Actualizado 22/12/2006 20:46

Colombia.- El técnico colombiano Luis Fernando Montoya quiere volver a entrenar a algún club, pese a estar tetrapléjico


BOGOTÁ, 22 Dic. (EP/AP) -

Dos años después de quedarse tetrapléjico tras recibir dos disparos de bala en el cuello en un ataque, el técnico Luis Fernando Montoya reconoció que sueña con volver a entrenar a algún club de fútbol.

Montoya fue declarado el mejor técnico de América en el 2004 tras guiar al Once Caldas de Manizales a la conquista de la Copa Libertadores, en cuya final venció al Boca Juniors de Argentina, pero no entrena desde el incidente.

"Quiero que me den la oportunidad de volver a dirigir", dijo con dificultad por el tubo conectado a su tráquea al diario 'El Tiempo de Bogotá'.

El estratega, de 48 años de edad, se mostró complacido con la designación de Jorge Luis Pinto como entrenador de la selección colombiana y le sugirió "manejar su genio (temperamento)".

Montoya pasa los días en una casa de campo en la población de Caldas, a las afueras de Medellín, en compañía de su esposa Adriana Herrera y su hijo José Fernando, de cinco años. La familia se dedica a preparar regalos para alegrar la Navidad de 700 niños pobres de la localidad La Quiebra, vecina a Caldas.

El asalto se produjo en la residencia de Montoya cuando su esposa acababa de regresar con el equivalente a unos 3.000 dólares que había retirado de un banco con el fin de comprar presentes para niños desprotegidos de la región.

Montoya, quien en más de una ocasión ha estado al borde de la muerte, observa a diario partidos de fútbol y esporádicamente emite sus opiniones para un programa de televisión y una columna de prensa.

Reapareció en público el 5 de noviembre, día en que se enfrentaron en el estadio Atanasio Girardot Independiente Medellín y Atlético Nacional. Mediante un marcapaso diafragmático respira hasta cinco horas diarias sin la ayuda de ventilador mecánico pero no ha surtido efecto el trasplante experimental de células madre.

El neurocirujano Ignacio González, que lo atendió desde el primer momento, explicó el viernes que con el trasplante "se pretendía que el profesor Montoya ganara algo de sensibilidad y algo de fuerza motora en las extremidades y lograra respirar" y la respiración se le ha mejorado mediante un marcapasos diafragmático.