Actualizado 29/01/2017 07:24

¿Cómo se convirtió Rafaela Escalante en la presidenta más joven de un club de fútbol de Brasil?

Rafaela Escalante
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   BRASILIA, 29 Ene. (Notimérica) -

   La localidad brasileña de Plácido de Castro alberga uno de los clubes de fútbol más curiosos del país: el Plácido de Castro Fútbol Club, equipo presidido por Rafaela Escalante, una de las poquísimas mujeres que administran instituciones deportivas en Brasil, quien, además, tiene solamente 26 años.

   El club pertenece a un municipio de menos de 20.000 habitantes, que de pasar a ser poco conocido, gracias al ascenso de Escalante, se convirtió en un foco de atención en Brasil.

   De esta manera pasó a ser conocido, no solamente porque se trate de un ambiente predominantemente masculino y dirigido por una mujer, sino porque incluyendo hombres, ella es la presidenta más joven de todo el país.

    Plácido de Castro llegó al fútbol profesional brasileño en 2008 y actualmente juega de local en Río Branco, la capital del estado de Acre, a 104 kilómetros de la ciudad. En 2013 ganó el torneo acriano, convirtiéndose así en el segundo equipo del interior en ser campeón, año en el que estuvo muy cerca de alcanzar la Serie C.

   Nacida el 13 de junio de 1990 y graduada en administración, Escalante fue jefa de su 'torcida organizada', como se llama en Brasil a las asociaciones de hinchas de los clubes. Sin embargo, ahora guía el destino del 'Tigre de Abuna'.

   La presidenta expresó ser muy fanática de este deporte y cómo junto a sus amigos: "salíamos cuatro, cinco horas antes de nuestras casas y la gente nos decía que nosotros éramos verdaderos hinchas".

   Asimismo, explicó cómo de esta manera empezó a hacer banderas, a tratar de ordenar a los 'torcedores' y cómo casi "sin querer" se fue convirtiendo en la jefa de la 'torcida'.

   Escalante pasó de las tribunas, donde cantaba y alentaba a los jugadores, al máximo cargo administrativo en el club, tomando las más importantes decisiones para fomentar su desarrollo: desde conseguir recursos del estado hasta conformar una plantilla de jugadores profesionales.

   En declaraciones a 'Sphera Sports', la presidenta explicó que para llegar a donde está ahora, un día bromeó asegurando que "vamos a ganar la lotería y a comprar el equipo para nosotros. Vamos a ser millonarios, haremos un verdadero 'desorden' y llegaremos a la élite".

   Además, cuenta cómo mientras ella bromeaba sobre el futuro del club, "en 2015 el que era el presidente dimitió. Era un mal momento para el equipo, entonces me llamaron para ser vicepresidente porque me querían como la representante de la institución en la capital. Sin embargo, quien iba a ser presidente también renunció, y ese fue el momento en el que me preguntaron si me animaba a asumir el cargo".

   "Acepté el desafío, pero lo acepté a ciegas", se sinceró Escalante, que además aseguró que "no conocía la situación real financiera del club, pero creo que desde que llegué pude demostrar un poquito de mi trabajo, de mi cara".

"UNA TAREA COMPLICADÍSIMA"

   "Administrar un equipo de una localidad remota de Brasil, con pocos habitantes y muy lejos de los grandes centros de decisiones, es una tarea complicadísima", aseguró Escalante, mientras explicaba cuán difícil es conseguir recursos en esas condiciones.

   "El club no es independiente, no tiene recursos propios. Dependemos del incentivo del gobierno local y de la Prefactura. No tenemos ningún tipo de ganancia fija", expresó la presidenta.

   Pese a estas dificultades, la presidenta más joven del fútbol brasileño ha querido mandar un mensaje a las mujeres que también sueñan con ganar un puesto en la gestión deportiva: "No tengan miedo, acepten los desafíos. Somos capaces, tenemos ganas, tenemos fuerza para que las cosas sucedan. Nosotras podemos y lo haremos".