LONDRES, 31 Mar. (Reuters/Notimérica) -
Una palabra parece describir el fin de semana pasado de Fernando Alonso en el Gran Premio de Malasia.
El comentario, publicado en Twitter bajo una fotografía del piloto español caminando sudoroso en su traje de McLaren por el garaje de Ferrari mientras los mecánicos del equipo italiano sonreían, fue simple: "Ouch".
Era difícil no sentir lástima por el doble campeón del mundo, que dejó Ferrari para irse a McLaren el año pasado, ya que sus antiguos compañeros celebraron su primera victoria desde 2013.
El glamour de Ferrari ha vuelto a la Fórmula 1 mientras que McLaren, con Honda como nuevo socio, ha sufrido un retroceso.
Alonso, que se perdió la primera carrera del campeonato por un accidente durante unos entrenamientos, sólo realizó 21 vueltas antes de abandonar debido a problemas de refrigeración con el sistema de recuperación del motor de su monoplaza.
El campeón del mundo Lewis Hamilton, que fue compañero de Alonso en McLaren en 2007 y cuya marcha a Mercedes a finales de 2012 generó comentarios sobre que había cometido un error, lo sintió por el español.
"Me senté junto a Sebastian (Vettel en la rueda de prensa) y pensé para mí '¿En qué está pensando Fernando?'", dijo después de que el sustituto de Alonso en Ferrari descorchara el champán como ganador de la carrera.
Alonso se mostró optimista.
"¡¡Días interesantes por delante!! ¡¡Muy feliz!!", exclamó en Twitter el piloto el lunes.
"Definitivamente ha sido un muy buen fin de semana para mí y una agradable sorpresa cómo ha progresado el equipo desde Australia. Si mantenemos el ritmo, disfrutaremos muy pronto", dijo después de la carrera del circuito de Sepang.