ASUNCION (Reuters/EP) - El futbolista Salvador Cabañas recibió el miércoles el afecto de sus compañeros y del público paraguayo en un homenaje en pleno estadio previo a un encuentro amistoso con Costa Rica, que sirvió también de reconocimiento a la selección "albirroja" por su desempeño en el Mundial.
Cabañas, pieza clave en la ofensiva del equipo paraguayo que clasificó a la Copa del Mundo, recibió un disparo en la cabeza en un bar de la Ciudad de México, donde jugaba para el club América.
El ataque ocurrido a finales de enero lo dejó al borde de la muerte, pero Cabañas se recuperó casi milagrosamente y en la actualidad realiza un tratamiento de rehabilitación ambulatorio en una clínica de Buenos Aires y suele viajar a Paraguay los fines de semana.
Cabañas, quien es conocido en México con el apodo de "Chava", recibió el abrazo de sus compañeros de selección y miró un vídeo que lo mostraba festejando goles y en compañía de sus hijos, sentado en una tarima instalada en el estadio en compañía de su padre, quien vestía la camiseta paraguaya.
Las autoridades mexicanas no han podido capturar al responsable del disparo, en un hecho ocurrido tras una aparente discusión por temas de fútbol en el baño de la discoteca a la que Cabañas llegó en compañía de su esposa y su cuñado.
Mientras sus compañeros lo abrazaban, el público que organizó una cadena de oraciones en el mismo estadio un día después del ataque, explotaba al grito de "Salvador, Salvador" en una emotiva ceremonia.
"Estoy muy agradecido", alcanzó a decir Cabañas, quien días atrás declaró en un juzgado de Asunción a pedido de las autoridades mexicanas y pidió que se haga justicia en su caso aunque no logró reconocer al agresor.
La selección reunió el miércoles a la mayoría de los titulares que disputaron el Mundial de Sudáfrica, en el que Paraguay ganó la fase de grupos y alcanzó los cuartos de final por primera vez, pero fue eliminado en esa instancia por el eventual campeón España.