Publicado 15/12/2013 13:20

FUTBOL-Das Dunas, más que un estadio mundialista para ciudad brasileña de Natal

Por Mike Collett

NATAL, Brasil, 15 dic, 15 Dic. (Reuters/EP) -

- El sol se refleja en el techo blanco del estadio de fútbol Arena Das Dunas de Natal, en el nordeste de Brasil, mientras en medio del campo de juego un cartel dice "faltan 26 días" para terminar las obras y una excavadora mecánica destruye las barracas de los trabajadores.

Adentro, y en los 22.000 metros cuadrados del complejo que lo rodea, los trabajadores de la construcción que quedan están dando los toques finales a uno más atractivos de los 12 estadios del Mundial de Brasil 2014.

Cualquiera que esté remotamente interesado en el torneo sabe que la construcción y renovación de los estadios fue opacada por controversias, protestas, costos excesivos y proyectos frustrados o demorados.

El estadio de Natal, al igual que otros seis que debían estar listos para este año, tenía como fecha límite el 31 de diciembre y debe recibir su primer partido el 12 de enero.

Las autoridades de este balneario turístico del nordeste brasileño ya están proyectando los cuatro encuentros de la primera ronda de la Copa: México-Camerún, Ghana-Estados Unidos, Japón-Grecia y Uruguay-Italia.

Los funcionarios creen que el estadio, ubicado entre unas dunas costeras que atraen miles de turistas cada año, puede ser un catalizador para la regeneración urbana y ayudar a revivir dos atribulados clubes de la ciudad, América y ABC.

Arthur Couto, el director de comercialización del estadio, rechazó cualquier sugerencia de que el estadio de 400 millones de reales (180 millones de dólares) vaya a convertirse en un elefante blanco después del Mundial, como predicen algunos políticos locales.

"Eso no sucederá", dijo a Reuters a través de un intérprete y bajo un extremo calor a las nueve de la mañana.

"Tendremos 42.000 butacas aquí para el Mundial y 32.000 después. ABC y América van a jugar partidos aquí", agregó.

Couto dijo que la Arena Das Dunas sería usada también para otras actividades además del fútbol.

"No sólo vamos a tener partidos de fútbol, sino conciertos, convenciones y otros eventos. Demolimos el viejo y dilapidado estadio que había aquí, la gente no quería venir", indicó.

"Pero hemos demostrado que va a venir más gente a un gran estadio, las madres y los padres van a traer a sus hijos. Va a ser seguro, la ciudad estará orgullosa de él", añadió.

La misma polémica rodeó hace cuatro años en Sudáfrica algunos de los estadios construidos para el Mundial 2010, entre ellos los de Polokwane y Nelspruit, ciudades sin tradición futbolística ni grandes clubes.

Muchos de los estadios usados en el Mundial de Sudáfrica han provocado pérdidas y no son grandes símbolos de orgullo cívico como se había pronosticado.

TEMAS DE FINANCIAMIENTO

Una de las principales quejas de los manifestantes que tomaron las calles de Brasil durante la Copa Confederaciones este año era que el dinero utilizado en los estadios del Mundial podría haber sido invertido en mejorar los malos servicios públicos como la salud, la educación y el transporte.

La cuestión es particularmente relevante en Natal, donde las necesidades sociales son fuertes a pesar de la relativa prosperidad del turismo.

Con un clima tropical, playas de arena blanca y 250 kilómetros de dunas vírgenes que llegan hasta la frontera del estado de Rio Grande do Norte con su vecino Ceará, algunos se preguntan por qué la ciudad necesita un estadio para dos clubes que juegan en divisiones menores del fútbol brasileño.

Alexandre Ferreira Mulatinho, vicepresidente del gobierno estatal de Rio Grande, dijo que tiene todo sentido.

El gobierno estatal es dueño del estadio y Ferreira Mulatinho dijo que el financiamiento no fue oneroso y fue organizado por la constructora OAS con "créditos sensibles" que pueden ser cancelados ante el banco de desarrollo en el correr de los próximos ocho a 12 años.

"Es una cuestión de orgullo cívico, por supuesto, pero los clubes pueden crecer y esta es una ciudad realmente loca por el fútbol que no tiene grandes equipos desde hace mucho tiempo", dijo el funcionario.

"El Mundial ha dado a las ciudades de Brasil la oportunidad de crecer y desarrollarse y, aunque siempre habrá críticos, la mayoría de la gente reconoce los beneficios", agregó.

Sin embargo, nada es tan fácil como se dice.

El partido inaugural entre los dos clubes locales podría ser postergado, dependiendo de la agenda de la presidenta Dilma Rousseff o cualquier demora en la finalización.