Por Mark Gleeson
FLORIANOPOLIS, Brasil, 18 feb, 18 Feb. (Reuters/EP) -
- El secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, anunciará el martes a las 1800 GMT si Curitiba continuará siendo una de las sedes del Mundial de fútbol que comienza en junio en Brasil, dijo la jefa de prensa del organismo, Delia Fisher.
El organismo que regula el fútbol mundial estableció el 18 de febrero como plazo límite para decidir sobre la sede, que debe albergar cuatro partidos de primera fase pero cuyas obras de infraestructura están muy retrasadas.
La semana pasada, medios locales dijeron que la FIFA estaba implementando planes de contingencia para trasladar a otros escenarios los partidos de Curitiba porque creía que el estadio no estaría listo a tiempo, pero la información fue negada por el organismo y por funcionarios brasileños.
Funcionarios de la ciudad estarán presentes durante el anuncio, lo que indicaría que Curitiba continuará siendo una de las sedes del Mundial.
Los cuatro partidos que se jugarán en el estadio con capacidad para 41.500 personas son Irán-Nigeria el 16 de junio, Honduras-Ecuador el 20 de junio, Australia-España el 23 de junio y Argelia-Rusia el 26 de junio.
El estadio de Curitiba no será utilizado tras la fase de grupos.
Las posibles alternativas incluyen a Porto Alegre, Sao Paulo, Río de Janeiro y Belo Horizonte, ciudades que están lo bastante cerca como para garantizar que las selecciones con base en el sur de Brasil no tengan que tomar largos vuelos para llegar a los partidos.
Seis de los ocho países que deben jugar en Curitiba estarán basados en el estado de Paraná o en el vecino Sao Paulo.
La FIFA nunca excluyó de la competencia a una sede mundialista tan cerca del inicio del torneo.
Funcionarios que trabajaron en la financiación del estadio dicen que las obras se retrasaron porque el club dueño del lugar, Atlético Paranaense, prefirió arreglarlo por su cuenta en vez de contratar una firma constructora.
El costo original del estadio era de 131 millones de reales, pero desde entonces se disparó a 319 millones.
Si se aprueba el cambio de sede, ello no solo causará una pesadilla logística sino que también será un incidente vergonzoso para Brasil y la FIFA, además de que podría generar una avalancha de demandas de hinchas que compraron entradas, hoteles o vuelos.