Foto: REUTERS
ADDIS ABEBA, 15 Oct. (Reuters/Europa Press) -
Dos somalíes han perdido la vida después de que estallasen por accidente los explosivos que transportaban y con los que supuestamente pretendían atentar durante el partido de fútbol que enfrentó el domingo en Addis Abeba a las selecciones de Etiopía y Nigeria por las eliminatorias rumbo al Mundial Brasil 2014.
La explosión se produjo en el barrio de Bole, a unos cinco kilómetros del estadio donde miles de personas se habían reunido para presenciar el partido, clasificatorio para el Mundial de Brasil del próximo año. En la zona se encontraron explosivos, armas, granadas y camisetas de los equipos.
Un portavoz gubernamental, Shimeles Kemal, ha explicado que los dos únicos fallecidos "preparaban un ataque suicida haciéndose pasar por hinchas en el estadio o en zonas donde se hubiesen reunido grandes multitudes para ver el partido".
Las autoridades etíopes han detenido a tres personas, según Shimeles, que ha atribuido la explosión accidental al posible "nerviosismo" y "estado de agitación" de los terroristas ante la "amplia presencia policial".
Ningún grupo ha reivindicado la responsabilidad de este complot fallido. Addis Abeba tampoco ha señalado a ninguna organización, aunque en los últimos años ha repartido las culpas de los ataques interceptados entre rebeldes locales y la milicia islamista Al Shabaab, que ha clamado venganza contra el Gobierno etiope por su decisión de enviar tropas a Somalia.
ATAQUE AL AUTOBÚS DE NIGERIA
Ese no fue el único incidente ya que el autobús de la selección de Nigeria fue atacado por seguidores etíopes tras el encuentro que enfrentaba a ambas selecciones y que ganaron los nigerianos por 2-1, según informa KickOffNigeria.
Los atacantes lanzaron piedras contra el autobús al salir del estadio lo que provocó la rotura de la ventana trasera de este. El centrocampista del Real Betis Balompié Nosa Igiebor recibió un golpe en la mano lo que le provocó una gran hemorragia que requirió la atención del médico del equipo, Ibrahim Gyaran.
El secretario general de la NFF, Musa Amadu, explicó que el incidente hizo que los jugadores no asistieran a la cena organizada en su honor por la Embajada de Nigeria en Etiopía, "apedrearon su autobús y lesionaron a uno de los jugadores, no se sienten suficientemente seguros para salir de su hotel", declaró.