Actualizado 19/06/2013 01:25

FUTBOL-Protestas en Brasil son desafío para organizadores del Mundial

Por Andrew Downie


RECIFE, Brasil, 18 Jun. (Reuters/EP) -

- Una ola de protestas en todo Brasil alarmó a los organizadores de eventos de fútbol, quienes temen que el malestar pueda afectar a la actual Copa Confederaciones e incluso poner en peligro la Copa del Mundo del próximo año.

Al menos 200.000 personas salieron a las calles de más de media decena de ciudades brasileñas durante la noche del lunes, en la mayor manifestación que ha visto el país en 20 años.

Las protestas fueron desatadas inicialmente por un alza en los pasajes de bus, pero se expandieron para abarcar más temas.

Varios manifestantes expresaron molestia por la baja calidad del transporte público, la salud y educación, mientras que otros reclamaron por el mal nivel de los servicios entregado por los bancos, aseguradoras de salud, compañías de teléfonos móviles entre otros.

En una mala señal para la FIFA, el organismo que gobierna el fútbol, un cantidad importante expresó enojo por el costo de realizar la Copa Mundial 2014 y la Copa Confederaciones, más pequeña, que partió el sábado en seis ciudades del país.

La FIFA ha intentado distanciarse de los disturbios, en tanto, su portavoz Pekka Odrizola dijo que las autoridades brasileñas "son responsables de todos los asuntos de seguridad fuera de la cancha, y seguimos teniendo plena confianza en las autoridades locales".

El Gobierno brasileño afirmó el martes que si bien respeta el derecho de los ciudadanos a protestar, no dudaría en tomar medidas para garantizar que los aficionados del deporte pueden ir y venir de los estadios.

"Brasil es un país democrático y todo el mundo tiene el derecho de expresar sus ideas, sean las que sean", dijo el viceministro de Deportes de Brasil Luis Fernandes.

"Si bien las manifestaciones pacíficas deben ser apoyadas, aquellos que quieran ver los partidos del Mundial tienen el derecho de ir al estadio y ver los partidos en paz, y nosotros garantizamos eso", agregó.

El Gobierno brasileño se ha comprometido a gastar por lo menos 26.600 millones de reales (12.300 millones de dólares) en estadios, aeropuertos, seguridad y telecomunicaciones para la Copa Mundial, que tendrá lugar en 12 sedes brasileñas en junio próximo.

Pero además de los costos que sobrepasarán lo presupuestado -algo que los funcionarios del Gobierno han afirmado es normal- se espera que por lo menos cuatro de los 12 estadios de la Copa Mundial sean elefantes blancos, que no tendrán utilidad después del torneo y no podrán recuperar la masiva inversión, de acuerdo con las propias auditorías del Gobierno.

Los proyectos de transporte urbano, el legado del torneo que más beneficiaría al público en general, están atrasados, por encima del presupuesto y, en algunos casos, simplemente no se han llevado a cabo.

Las autoridades han admitido que no se van a construir los prometidos carriles bus, líneas de metro o de tranvía en al menos cinco de las 12 ciudades anfitrionas a tiempo para el torneo.

(1 dólar = 2,17 reales brasileños)

(Traducido por Nadia López; Editado en Español por Ricardo Figueroa)