GUADALAJARA, 15 Jun. (Notimérica)
Con pantalón de chándal azul estampado con la bandera de Cuba y camiseta igual de corporativa, Jorge Luis Aguilera supervisa en las pistas de atletismo de la ciudad de Guadalajara que todo esté en orden desde primera hora de la mañana. Los integrantes de la selección cubana de este deporte van llegando a lo largo de las primeras horas del día para entrenarse en este centro que convirtieron hace casi treinta años en su campamento base. Deportistas que se han hecho en Cuba pero han salido al mundo, y a sus logros, desde esta ciudad.
La selección de atletismo de Cuba ha llevado el nombre de Guadalajara --la de España, no la de México-- por todo el mundo. Por estas pistas han pasado cientos de atletas olímpicos que han dado a Cuba en esta especialidad 47 medallas y una infinidad de trofeos en campeonatos mundiales, centroamericanos, panamericanos o europeos. Entre ellos, deportistas de la talla de Javier Sotomayor, considerado el mejor saltador de altura del mundo, que cada vez que ha ganado un premio no ha dudado en dedicárselo a la ciudad y a los vecinos de Guadalajara. O Iván Pedroso, otro saltador, en este caso de longitud, hoy convertido en entrenador de nuevas promesas.
Jorge Luis es el actual mánager de la selección, seguramente porque es quien mejor entiende por dónde respira cada uno de los veinte atletas que pertenecen al equipo nacional y que recorren el mundo compitiendo en diferentes disciplinas. En el equipo actual entrenan veinte jóvenes de entre 20 y 25 años. Impregnarse de los valores y los motivos que hacen a este equipo de atletas uno de los mejores del mundo es fácil solo con pasar un día en esas pistas.
NUEVAS PROMESAS
Aquí acuden cada día Yarisley Silva, campeona del mundo de pértiga y plata olímpica; Denia Caballero, campeona del mundo de lanzamiento de disco; Roger Valentín Iribarne, vallista clasificado entre los siete mejores en el mundial indoor de Birmingham de este año, y una larga lista de profesionales a los que se puede ver cada día con sus respectivos entrenadores. Falta en estos días 'El Pupilo', como llama Jorge Luis a Juan Miguel Echevarría, el flamante saltador de longitud cubano que el día de la visita de Notimérica a las pistas de entrenamiento se encontraba disputando un campeonato en Ostrava (República Checa) que "por supuesto ganó", explica el orgulloso mánager, con un salto de 8,66 metros.
Bajo la supervisión de Jorge Luis, quien también atesora en su casa de La Habana una buena colección de medallas, los jóvenes se entrenan cuatro horas al día. Lo hacen en Guadalajara porque "esta ciudad nos acogió como si fuésemos de aquí hace más de treinta años". La relación con el alcalde, Antonio Román Jasanada, así como con el concejal de deportes de la localidad manchega, Eladio Freijo, es "excepcional". Tanto es así que fueron los propios políticos los que encargaron a Jorge Luis la tarea de organizar, para el próximo 5 de julio, un Meeting Internacional de Atletismo con el que esperan volver a poner a Guadalajara en el centro mundial de esta disciplina.
Su mayor éxito, reconoce a Notimérica mientras no pierde de vista a sus deportistas, fue lograr la medalla de bronce en los 4x100 metros relevos de Barcelona '92. Fue también el momento de poner fin a su carrera como atleta tras nueve años de máximo rendimiento desde que en 1983 había entrado a formar parte del equipo nacional de Cuba. Ingeniero industrial y licenciado en Cultura Física y del Deporte, llegó, explica, "exactamente a donde quise llegar".
Apasionado de su país y férreo defensor de la política que lo rige, convencido de que por el bloqueo económico al que Estados Unidos tiene sometida a la isla caribeña "no podemos destinar al deporte todos los recursos que nos gustaría", se fue ganando la confianza de los dirigentes del país, que terminaron por nombrarle tesorero de la Federación de Atletismo, una de las joyas de la corona del deporte cubano.
Dice de Fidel Castro que era "una persona muy humana, con mucha visión de futuro y que siempre nos incentivó a luchar por las cosas imposibles". El líder de la revolución cubana, reconocido amante del deporte, "elaboró un proyecto deportivo que se mantiene aunque él no esté". Lo mismo le ocurre a él. "Los que fuimos atletas y ahora somos entrenadores seguimos viviendo el sueño, seguimos nerviosos cuando hay una competición, siempre seguimos buscando medallas y alcanzando resultados", afirma.
IVAN PEDROSO
Iván Pedroso necesita pocas presentaciones. Wikipedia dice de él que en 1995 se convirtió en "el único ser humano en haber superado la barrera de los 9 metros en un salto". Aunque poco después le retiraron aquella medalla que había ganado en los Juegos Panamericanos de Mar del Plata (Argentina) alegando 'viento a favor', él prefiere no pensarlo porque "duele". Tampoco quiso indagar demasiado en los motivos; las nueve veces que ha sido campeón del mundo, así como su oro olímpico y decenas de trofeos más que guarda en su casa de Cuba, le acreditan como uno de los mejores atletas de la historia.
"Alcancé todo lo que se podía alcanzar como atleta", relata a Notimérica sin soltar el crono con el que hace el seguimiento de algunos de los deportistas a los que él entrena a día de hoy incorporando los avances tecnológicos a toda la base que a él le enseñó su entrenador, de quien dice que lo aprendió todo. Iván recuerda su historia mientras calienta la española Ruth Ndoumbe, especialista en triple salto; mientras mete prisa a Ana Peleteiro, también española y una de las grandes promesas en esta categoría, que llega alrededor de las doce de la mañana; mientras la venezolana Yulimar Rojas, campeona del mundo y plata olímpica también de triple salto, corre por la pista.
Todas ellas le contactaron para que fuese su entrenador, como ya había hecho previamente Theddy Tamgho, el francés que con sus 19,70 metros tiene el récord del mundo en triple salto de longitud que también se encuentra en las pistas de Fuente de la Niña en Guadalajara. "Cuando Theddy me dijo que quería que yo fuese su entrenador sentí que estaba preparado para hacerlo". Ese mismo año fue campeón de Europa y batió el récord del mundo en dos ocasiones. Aquello fue una buena carta de presentación, pues a raíz de entrenar a Theddy otros muchos atletas comenzaron a llamarle.
Aunque siente las medallas propias como "más personales", sabe que las que ahora consigue su relevo generacional también tienen un poco de él, de su constancia y de la manera en la que se la transmite, pues su trabajo irremediablemente también es parte de todos esos reconocimientos que la actual generación de atletas está sumando al medallero de sus países.
La selección cubana de atletismo estará en Guadalajara hasta el 24 de julio, cuando pondrá rumbo a la ciudad colombiana de Barranquilla, que acoge este año los Juegos Centroamericanos y del Caribe, pero volverán en octubre para preparar los nuevos campeonatos. Aunque les han ofrecido muchos lugares para entrenar, incluyendo varios países de Europa, el vínculo creado con Guadalajara va más allá de una cultura similar, un idioma o una gastronomía cercana y tienen claro que de su lugar favorito de concentración en Europa no se mueven. El hotel Alcarria es ya su casa y su mánager sentencia: "los atletas son embajadores y nosotros queremos serlo de Cuba y de Guadalajara".