LIMA, 9 Ene. (Notimérica) -
Se llama Lucas Barrón, y está destinado a hacer historia. Tras más de un año de duros entrenamientos junto a su padre, piloto de la categoría UTV (vehículo utilitario todoterreno) por buggies, el joven peruano está listo para comenzar su aventura en el Dakar 2019 --que por primera vez se desarrollará por completo en su país natal--, el cual daba inicio este lunes.
Lucas Barrón nació en Lima hace 24 años, y lo hizo con síndrome de Down, un trastorno genético que conlleva distintos grados de discapacidad cognitiva y retrasos en el desarrollo, además de caracterizar a las personas con este síndrome de una serie de rasgos físicos distintivos.
Siempre se ha visto atraído por el mundo del deporte, de hecho practica surf, fútbol, natación y ciclismo, pero asegura que siempre le han apasionado los motores. Tal y como indicaba al diario 'ABC', "mi papá me enseño muchas cosas" sobre mecánica y motores, y ahora tiene la oportunidad de demostrarlo nada más y nada menos que en la cuadragésimo primera edición del Dakar.
"Voy a ayudarle a tener el motor perfecto, la ruta y los neumáticos", decía al citado diario sobre los trabajos que desarrollará como copiloto de su padre, Jacques, con quien forma el equipo 'Barrón x 2'. Jacques ya ha participado en cinco ocasiones en el Dakar, cuatro de ellas de manera oficial, y el conjunto de padre e hijo participó en los rallies Baja Inka y Desafío Inca el año pasado.
Este lunes corrieron la primera etapa de la prueba, calificada como la más dura del mundo, aunque juegan en casa: conocen el terreno (las primeras etapas se desarrollan en los mismos lugares en los que suele entrenar la pareja), y cuentan con el apoyo de un país que se ha volcado con ellos, como aseguran a los medios de comunicación.
Para ellos lo más importante es terminar con la carrera, la cual suele tener un alto nivel de abandono por la gran dificultad que conlleva, y Lucas sabe cuál es el secreto para conseguirlo: "Si quieres hacer algo especial, trabaja duro y llega a la meta".