RIO DE JANEIRO, 12 Jun. (Notimérica) -
Justo cuando hace un año de la inauguración del Mundial de Fútbol de Brasil el ministro de Deportes brasileño, George Hilton, responde a Notimérica sobre el legado que dejó el macroevento deportivo y rechaza las críticas por los elevados costes de los estadios y las obras de movilidad prometidas, muchas de las cuales aún no han sido terminadas.
Tan sólo en construir nuevos estadios o modernizar los existentes se gastaron 8.000 millones de reales (2.600 millones de dólares) y otros 17.600 (5.400 millones de dólares) fueron a parar a obras de infraestructura para beneficiar a las ciudades sede, aunque algunas de ellas, como Cuiabá o Fortaleza, aún esperan que el prometido tranvía eche a andar. Aún así, Hilton hace un balance muy positivo y anuncia que los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro del año que viene serán otro éxito.
Notimérica (N): ¿Cuál es la evaluación general del Mundial de Fútbol de Brasil un año después?
George Hilton (GH): El Mundial de Brasil 2014 fue un gran éxito. Colocamos a Brasil en el ciclo de los megaeventos deportivos. Realizamos uno de los mejores Mundiales de la historia, como todo el planeta pudo ver. Tenemos el orgullo de afirmar que acogimos en nuestro país "la Copa de las Copas". Además de la calidad técnica mostrada en los partidos, la gran presencia de público en los estadios provocó que se batieran récords de venta de entradas y también de audiencia en todo el mundo.
Desde el punto de vista de la organización del evento Brasil demostró al mundo su capacidad de planificación y de trabajo, entregando un evento plenamente exitoso. El Mundial hizo posible anticipar inversiones para construir un Brasil con mejor infraestructura urbana y de servicios. Ya estamos recogiendo y aún vamos a recoger por muchos años los frutos de esas inversiones aportadas en las cinco regiones de Brasil.
N: De las 44 obras prometidas en la Matriz de Responsabilidad 20 no estuvieron listas. ¿Por qué? En términos de legado, ¿el Mundial fue un fracaso?
GH: El legado del Mundial es real y concreto. Todas las obras esenciales para realizar el evento se entregaron en las 12 ciudades-sede. Hay mejoras visibles en las vías urbanas de las ciudades a partir de las inversiones del plan de legado. El Aeropuerto de Brasilia, por citar apenas un ejemplo, pasó por una gran transformación, beneficiando a millones de pasajeros. Telebrás construyó 15.000 kilómetros de red de fibra óptica pasando por las regiones metropolitanas de las 12 ciudades-sede. Con la inversión en telecomunicaciones hecha en el ámbito del Mundial, por primera vez institutos de investigación y universidades del Amazonas pueden integrarse en la Red Nacional de Enseñanza e Investigación a través de la fibra óptica. Eso no es poca cosa.
Empezamos la modernización y la duplicación de la capacidad de los aeropuertos, la construcción de BRTs (carriles únicos para autobús), VLTs (tranvías) y la ampliación de líneas de metro, viabilizamos el desarrollo tecnológico a partir de la expansión de Internet de banda ancha, sólo por citar algunas acciones. Todo eso se vuelve realidad y, si no fuera por la oportunidad que traen megaeventos como el Mundial tal vez se tardaría mucho más, en un país joven y en desarrollo como Brasil.
N: ¿El Mundial dejó 'elefantes blancos'? Algunos estadios, como el de Manaos, son deficitarios y no tienen un uso claro todavía.
GH: Los nuevos estadios construidos o reformados por la oportunidad del Mundial garantizan más comodidad y seguridad a los diferentes públicos, lo que se ha reflejado en el aumento de aficionados durante el Campeonato Brasileño de Fútbol de 2013 y 2014, conforme estudios de BDO Consultoría. Más modernos, los nuevos estadios son fundamentales para impulsar la industria del fútbol en Brasil, elevando la participación del deporte en el PIB del país. Los estadios del Mundial se concibieron como espacios multiuso. Además de fútbol y otros deportes pueden acoger eventos y espectáculos artísticos. El Ministerio del Deporte confía en la capacidad de los gestores y los responsables de los estadios en la utilización eficiente de estas estructuras, incrementando el deporte y aportando nuevas oportunidades de negocio.
N: ¿Existe el riesgo de que también haya obras prometidas e inacabadas en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016?
GH: Brasil y los brasileños ya mostraron su capacidad realizadora. Los Juegos Olímpicos de Río 2016 serán otro megaevento de éxito en Brasil, bajo todos los aspectos. Quien apueste en contra perderá. Brasil sabe lo que está haciendo y dónde quiere llegar. Las obras están en ritmo acelerado y plenamente dentro del cronograma. Los Juegos no sólo traerán beneficios a la capital fluminense.
El Plan de Políticas Públicas presenta 27 proyectos que anticipan y amplían inversiones federales, estaduales y municipales y traen beneficios director a la población brasileña en las diversas regiones del país. Estamos nacionalizando los beneficios y distribuyendo el legado deportivo de una nación entera. Para eso, estamos construyendo una Red Nacional de Entrenamiento y Centros de Iniciación al deporte, cubriendo todo el país. Brasil tiene la ambición de convertirse en potencia olímpica. Estamos trabajando en eso.