Actualizado 09/06/2010 19:12

MUNDIAL-Pasión por "Bafana Bafana" se apodera de Johannesburgo

Por Javier Leira

JOHANNESBURGO (Reuters/EP) - Miles de aficionados de la selección sudafricana de fútbol convirtieron el miércoles en un carnaval las calles de Johannesburgo mientras bailaban, gritaban y hacían sonar sus vuvuzelas a la espera del paso del bus que llevó a seleccionado, "Bafana Bafana", a recorrer la ciudad.

Dos días antes de la inauguración del Mundial, un ensordecedor ruido de bocinas de autos, trompetas, sirenas y gritos tomó por asalto la ciudad, en una jornada inolvidable para los sudafricanos apretujados en los puentes y a los costados de la autopista que conecta Johannesburgo con los suburbios

En Sandton, una de las zonas más acomodadas de la ciudad, miles de personas salieron a las calles mientras aguardaban la llegada de sus ídolos y celebraban la inminente apertura del Mundial, que tendrá lugar el viernes entre el local y México, en el estadio Soccer City de Johannesburgo.

Familias con niños, hombres y mujeres con pelucas multicolores, obreros que agitaban banderas o tenían atadas bufandas con los colores de la selección sudafricana encima de sus mamelucos bailaban y gritaban, casi todos ataviados con la camiseta nacional.

"Nunca había experimentado algo así en mi vida, ni siquiera para las elecciones de 1994", dijo Brenda Barratt, de 59 años, en referencia a la primera elección democrática en el país.

La fiesta se dio en el marco de la campaña "unidos por Bafana", en la que también participaron diversas personalidades y líderes políticos sudafricanos.

"Mira esta multitud. De esto se trata la reconciliación", dijo por su parte Simon Muthelo, de 48 años y quien llevaba una pancarta con la frase "11 jugadores, un latido, un trofeo".

Muchos señalan que la selección de fútbol ha ayudado a unir a la población, 16 años después del final del apartheid.

En una esquina de Sandton donde se está construyendo un gran edificio, un hombre estaba montado en una grúa con una gran bandera de Sudáfrica y era subido y bajado por el operador de la máquina.

Mientras el bus con el plantel sudafricano recorría las calles, los jugadores recibían el cariño de los hinchas, muchos de los cuales llevaban carteles con la leyenda "buena suerte bafana".

Decenas de hinchas se congregaron también en los alrededores de una gigantesca estatua de Nelson Mandela ubicada en un centro comercial en Sandton.

Estas manifestaciones le cambiaron el color a la ciudad, que hasta ahora no parecía estar tan cerca del inicio de una Copa del Mundo.

Dos horas después del final del evento, los sonidos de las vuvuzelas y de las bocinas aun retumbaban por las calles de la ciudad, como una promesa de que lo mejor aun está por venir.