Por Brian Homewood
BERNA, 6 mayo, 6 May. (Reuters/EP) -
- En base a un grupo joven conformado principalmente por futbolistas con raíces inmigrantes, la selección de Suiza se prepara para alejarse lo más posible de la imagen estereotipada de una nación alpina cuando llegue a Brasil para jugar el Mundial.
Mientras los suizos suelen ser considerados personas reservadas, diplomáticas y predecibles, su selección es un equipo audaz que tiene una sorpresiva cuota de desparpajo y talento.
Stephan Lichtsteiner y el recio capitán Gokhan Inler nunca evitan las batallas, mientras que el pícaro y habilidoso Xherdan Shaqiri puede convertirse en uno de los mejores jugadores del Mundial si logra explotar sus cualidades.
La imagen del equipo ha cambiado rotundamente en los últimos años, ya que la federación local, que desarrolla uno de los programas de desarrollo de juveniles más importantes de Europa, ha aprovechado el potencial ofrecido por las comunidades de inmigrantes del país.
Más de la mitad de los integrantes del plantel actual tiene raíces inmigrantes. Muchos proceden de familias que viajaron a Rusia desde Kosovo en los años 90, mientras que el centrocampista Gelson Fernandes nació en Cabo Verde y Johan Djourou en Costa de Marfil.
Aunque no estuvo en la Eurocopa 2012, cuando el equipo se encontraba en un período de transición, Suiza jugará su tercer Mundial consecutivo, lo que implica un excelente dato para un país pequeño en el que el fútbol es menos popular que el hockey y el esquí alpino.
Bajo el mando del ex entrenador del Bayern Munich Ottmar Hitzfeld, sus perspectivas son mejores que en los dos Mundiales previos y el equipo debería mostrar una faceta más osada que la de sus mezquinos predecesores.
Casi todos los integrantes de la selección juegan en ligas importantes. En Italia, el lateral Lichtsteiner brilla en Juventus, mientras que Napoli cuenta con los mediocampistas Inler, Blerim Dzemaili y Valon Behrami. En tanto, el contingente de la Bundesliga incluye a Djourou, Shaqiri, el arquero Diego Benaglio y el centrocampista Granit Xhaka.
No obstante, Suiza puede tener problemas en defensa, ya que Philippe Senderos y Djourou no han tenido grandes desempeños con sus clubes.
Suiza es un equipo propenso a los fallos, como sucedió cuando vencía por tres goles a Islandia jugando como local y terminó empatando 4-4.
Sin embargo, delanteros punzantes y jóvenes como Josip Drmic, Admir Mehmedi y Haris Seferovic le dan un potencial importante.
Los dirigidos por Hitzfeld superaron una eliminatoria en la que les tocó un grupo accesible. Además, conforma junto a Inglaterra el selecto grupo de equipos que vencieron a Brasil desde que Luiz Felipe Scolari asumió como entrenador en noviembre del 2012.
Incluso si se despide en primera ronda en Brasil, Suiza seguramente brindará más espectáculo que en el 2006, cuando se convirtió en el único equipo en la historia de los Mundiales en ser eliminado sin conceder goles, o en el 2010, cuando en sus tres partidos marcó solo dos goles, uno a favor y uno en contra.