MÉXICO DF, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) confirmó este miércoles que un empleado del bar donde tirotearon al futbolista paraguayo Salvador Cabañas alteró la escena del crimen lo que ha ocasionado ciertas complicaciones a las investigaciones.
Cabañas recibió un tiro en la cabeza en la madrugada del pasado lunes en un bar de la Ciudad de México, en lo que al parecer fue una riña que comenzó en uno de los aseos del local. El último parte médico revela que la situación del delantero sigue siendo crítica.
El subprocurador de Averiguaciones Previas Desconcentradas de la PGJDF, Luis Genaro Vázquez, dijo que el empleado identificado como Javier Ibarra, quien también es considerado testigo clave del hecho, intentó limpiar la sangre que había en el suelo del baño, momentos después de la agresión.
"El ya aceptó haber alterado la escena del crimen, él acepta haber lavado el baño después de ocurrido el ataque", comentó Vázquez en declaraciones citadas por el diario local 'El Universal'.
Ibarra es considerado el testigo más importante de la agresión contra el delantero del equipo mexicano América, porque es el único que pudo haber presenciado lo ocurrido dentro del baño de hombres del bar, localizado en una exclusiva zona de la capital.
"Nosotros consideramos que este sujeto es un testigo clave de los hechos, era el responsable de los baños y esta persona pudo haber atestiguado los hechos, por lo que tomaremos una ampliación a su declaración y nos detalle lo que ocurrió", comentó el funcionario.
Vázquez ha lamentado que hasta el momento ninguna de las declaraciones que se han tomado al testigo clave han sido satisfactorias, porque ha llegado a modificar en un par de ocasiones su versión de los hechos.
OTROS ERRORES
Por otra parte, Vázquez reconoció que hubo "un error en la información emitida por la Procuraduría" sobre la implicación en el crimen de un supuesto guardaespaldas que fue identificado como Eduardo García Alanís y que había señalado como presunto agresor.
"Hubo una equivocación en la información emitida por la Procuraduría, Eduardo García Alanís no es el guardaespaldas de José Jorge Balderas Garza", indicó el funcionario.
A Balderas Garza, quien fue detenido y puesto en libertad, se le vio hablando con Cabañas en el baño, poco antes de los disparos, según ha dicho Ibarra, el encargado de la limpieza.
La equivocación se debió al "parecido" que había entre García Alanís y un hombre "robusto" que aparecía en el vídeo que está siendo analizado en la investigación.