Actualizado 07/04/2010 23:29

Socorristas buscan a víctimas de deslaves en Río

Por Rodrigo Viga Gaier

RIO DE JANEIRO (Reuters/EP) - Socorristas en Río de Janeiro cavaban desesperadamente el miércoles entre el barro y los escombros para tratar de encontrar a decenas de desaparecidos en inundaciones y deslaves que han acabado con la vida de 110 personas en la segunda mayor ciudad de Brasil.

Las lluvias más intensas registradas en más de cuatro décadas en la zona, que comenzaron el lunes, provocaron al menos 180 deslaves que destruyeron casuchas en favelas sobre laderas de cerros, causaron la mayoría de muertes y dejaron 54 desaparecidos.

La ciudad, famosa por sus playas y carnavales, volvía a la normalidad lentamente el miércoles, pero se preveían más lluvias.

La cifra de fallecidos iba en aumento mientras equipos de rescate buscaban a víctimas enterradas bajo torrentes de barro y escombros.

Bomberos lucharon por horas para rescatar a un niño de ocho años que pidió ayuda desde los escombros de una casa derrumbada en una favela de la ladera de un cerro, pero cuando lograron acceder al lugar en el que estaba atrapado ya había fallecido.

"Le prometí a su padre que sacaría vivo al muchacho, pero no pude", dijo entre lágrimas el bombero Luis Carlos dos Santos.

El alud en el área histórica de Santa Teresa, en Río, acabó con la vida de 17 personas.

El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, pidió a la gente que vive en áreas de alto riesgo a que se mantuviera alejada de sus casas.

El servicio meteorológico del Gobierno pronosticó que las lluvias continuarán hasta el sábado, pese a que la nubosidad disminuyó y las lluvias habían cesado al mediodía del miércoles.

Autoridades dijeron que al menos 10.000 casas siguen en riesgo de derrumbe. El Gobierno federal envió fuerzas de seguridad adicionales para ayudar en las operaciones de rescate.

PREOCUPACIONES OLIMPICAS

La inundación y consecuente caos vial renovaron la atención sobre la pobre infraestructura de Río en momentos en que se prepara para ser sede de la Copa Mundial del Fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos del 2016.

El Comité Olímpico Internacional (COI) dijo a través de un comunicado que planeaba conversar con autoridades de Río de Janeiro una vez que la situación se normalice para evaluar en qué forma el desastre podría afectar a los preparativos para los Juegos.

"Seguimos confiados en que Río organizará Juegos de primera calidad en el 2016", afirmó el COI en el comunicado.

Funcionarios del Cuerpo de Bomberos dijeron que 43 personas perdieron la vida en Río de Janeiro y otras 60 fallecieron en la cercana ciudad de Niterói, mientras que el resto de las víctimas fatales se registró en otras localidades del estado de Río de Janeiro.

En una favela de Niterói, residentes buscaban desesperadamente a sobrevivientes entre los escombros de 10 casas que quedaron destruidas en un deslave, informó la red Globo.

"Perdí a mi cuñada y a una sobrina y mi sobrino y cuñado aún están desaparecidos", dijo a Globo el enfermero Samuel Franca, quien logró rescatar a su hermana de los escombros el día anterior.

El tráfico volvía a fluir en casi todos los lugares de Río de Janeiro luego de quedar casi paralizado el martes, aunque el alcalde Paes instó a la población a posponer reuniones y evitar desplazamientos innecesarios. Las escuelas permanecieron cerradas por segundo día.

Desde el punto de vista de la movilidad, la situación es mejor que ayer", dijo Paes a la prensa.

Paes dijo el martes que 1.200 personas habían quedado sin hogar y que 10.000 casas seguían en riesgo, en su mayor parte en favelas donde vive alrededor de un quinto de la población de Río, a menudo en precarias viviendas que son altamente vulnerables a la lluvia intensa.

Canales de televisión mostraron el martes partes centrales de Río inundadas y automóviles abandonados bajo el agua. Cerca de la playa de Copacabana, residentes que se dirigían a su trabajo tuvieron que caminar con el agua hasta los tobillos.

En enero, al menos 76 personas perdieron la vida en inundaciones y deslaves en los estados de Río de Janeiro, Sao Paulo y Minas Gerais, los más poblados de Brasil.

En aquella oportunidad, decenas de personas murieron en un deslave que afectó un centro vacacional en una playa ubicada entre Río de Janeiro y la ciudad costera de Santos.