Publicado 20/12/2022 11:45

Toni Bou y Gabriel Marcelli hacen un satisfactorio test con el nuevo combustible renovable de Repsol

Toni Bou y Gabriel Marcelli junto a un bidón del combustible renovable de Repsol
Toni Bou y Gabriel Marcelli junto a un bidón del combustible renovable de Repsol - REPSOL MEDIA

MADRID, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -

Los pilotos españoles Toni Bou y Gabriel Marcelli, del equipo Repsol Honda de Trial, ya han podido hacer un satisfactorio test con el biocombustible de competición diseñado y producido en el Repsol Technology Lab.

Según informó este martes el equipo, Bou y Marcelli trabajan con los investigadores de este centro de innovación para producir nuevos combustibles renovables con el objetivo de reducir las emisiones, que proceden de residuos orgánicos y que emiten hasta un 90 por ciento menos de emisiones netas de CO2 que los convencionales.

Las impresiones de ambos son clave para el desarrollo de este carburante, diseñado para mantener las mismas prestaciones del combustible tradicional y reducir las emisiones netas de CO2 de manera significativa.

Bou y Marcelli han trasladado a Repsol que el rendimiento de la moto ha sido idéntico que con el combustible convencional, lo que supone una buena base para seguir avanzando en las próximas pruebas con el objetivo de que el binomio motor-carburante funcione a pleno rendimiento.

"Ha sido un test muy positivo; seguro que Repsol podrá sacar información valiosa para dar un paso más en el desarrollo del biocombustible. Lo más importante es que no hemos notado la diferencia entre este carburante y el habitual y hemos podido entrenar en condiciones normales", señaló Bou.

Por su parte, Marcelli admite que "el rendimiento de este nuevo biocombustible es como el carburante normal". "Estamos deseando realizar más test de este tipo para poder facilitar a Repsol más información y que, poco a poco, podamos ir usándolo en más entrenamientos y competiciones. La idea ya no es solo igualar el rendimiento del combustible normal, sino mejorarlo", remarcó.

De este modo, la compañía multienergética mantiene su "clara apuesta por los combustibles renovables y su aplicación como solución a la descarbonización de la movilidad y, en especial, de la competición".

Por ello, en 2022, ha suministrado este biocombustible a la F4 francesa y también a Isidre Esteve, que participará en el Dakar con un combustible fabricado con un 75 por ciento de materias primas de origen sostenible, mientras que el piloto de MotoGP Marc Márquez hizo también una prueba en el Jarama hace unas semanas, con un buen resultado.

La vinculación de Repsol con el mundo de la competición de motor supera ya los 50 años, periodo en el que la compañía ha desarrollado sus productos con el objetivo de obtener las mejores prestaciones para los productos que llegan a sus clientes.

Repsol apuesta por la sostenibilidad y eficiencia energética, pensando en el futuro para desarrollar un mejor carburante, y, en este sentido, la competición le sigue sirviendo como banco de pruebas para el desarrollo de sus productos presentes y futuros, con el fin de que éstos se encuentren en sus estaciones de servicio a disposición de sus clientes.

La compañía española lleva muchos años trabajando en el desarrollo de los biocombustibles con la intención de que sean una alternativa real que complemente a otras vías de descarbonización de la movilidad, como pueden ser la electrificación o el hidrógeno renovable para reducir las emisiones del transporte en los próximos años.

Así, durante el primer semestre de 2023, pondrá en marcha la primera planta de biocombustibles avanzados de España, en Cartagena, que producirá 250.000 toneladas de combustibles renovables a partir de residuos.

Por otro lado, la compañía multienergética también avanza en su planta de combustibles sintéticos de Bilbao, que iniciará la producción en fase demostrativa en 2024. Estas plantas juegan un papel protagonista en el objetivo de Repsol por alcanzar la capacidad de producción de 1,3 millones de toneladas de combustibles renovables en 2025 y más de 2 millones en 2030, liderando así este mercado en la Península Ibérica y avanzar decididamente hacia las cero emisiones netas en 2050.