Actualizado 27/11/2010 02:58

Tropas federales, policía en ofensiva favela Río

Por Rodrigo Viga Gaier y Sergio Moraes

RIO DE JANEIRO (Reuters/EP) - Respaldados por vehículos blindados y 800 soldados, la policía de Río de Janeiro preparaba el viernes una gran ofensiva para ocupar una de las más grandes favelas de la ciudad, donde se refugian narcotraficantes tras días de violencia.

Cuarenta y seis personas han perdido la vida desde que la policía se enfrentó por primera vez con presuntos integrantes de bandas que atacaron estaciones policiales y quemaron casi 100 automóviles y autobuses esta semana, y la operación planeada podría elevar la cifra de fallecidos.

Las autoridades atribuyeron los asaltos a órdenes de integrantes de bandas encarcelados, que están enfadados por los esfuerzos de la policía por tomar el control de sus reductos en más de una docena de favelas.

La más reciente ola de violencia plantea nuevas dudas sobre la capacidad de la ciudad para organizar el Mundial de fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos 2016, incluso cuando las autoridades deportivas han dicho que confían en las medidas de seguridad del Gobierno.

Los peatones aplaudían mientras un convoy militar avanzaba por las calles en camino a la favela Alemao, donde se refugiaron los narcotraficantes después de escapar de la policía el jueves.

Hombres enmascarados, algunos vestidos con pantalones cortos y camisetas camufladas, blandían sus ametralladoras en forma desafiante en el aire.

Otros apuntaron sus armas hacia los sinuosos caminos de la favela en la colina, aparentemente vigilando por posibles policías.

Algunos de ellos dispararon contra un helicóptero policial que patrullaba el área, según un fotógrafo de Reuters.

"Vamos a invadir Alemao en el momento oportuno. Dependemos de información de los servicios de Inteligencia", dijo Roberto Sa, subsecretario de seguridad pública del estado de Río de Janeiro.

Los enfrentamientos en el área dejaron al menos tres muertos y 10 heridos el viernes. Un fotógrafo de Reuters fue baleado en un hombro en las afueras de la favela Alemao y recibía tratamiento en un hospital local. Su vida no corría peligro.

CONFRONTACION

En otros lugares, los residentes también han tenido que protegerse de disparos y quemas de buses en su camino hacia el trabajo.

El Gobierno justificó el inusual despliegue de los soldados, afirmando que principalmente proveerían de apoyo y soporte logístico a oficiales de policía para enfrentar a las bandas.

"La confrontación es necesaria para que podamos tener un estado en paz", dijo el ministro de Defensa, Nelson Jobim, en una rueda de prensa.

El uso de fuerzas armadas para mitigar la violencia urbana sigue siendo controvertida en Brasil, donde los militares combatieron y torturaron a disidentes políticos entre 1964 y 1985, cuando gobernaron el país.

Los grupos de derechos humanos acusan regularmente a la policía del uso excesivo de la fuerza e incluso de ejecutar a sospechosos de narcotráfico.

Aún así, la mayoría de los residentes parecen apoyar al gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, en su línea dura contra el crimen.

Cabral remarcó que su Gobierno no sólo recurría a la fuerza para mitigar la violencia, sino que también había invertido miles de millones de reales (dólares) para mejorar la calidad de vida en las empobrecidas favelas de Río de Janeiro.

Los sondeos de opinión muestran que la seguridad pública es uno de los temas principales que enfrentará la presidenta electa Dilma Rousseff cuando asuma su mandato el 1 de enero.