Publicado 24/01/2020 14:34

Un acusado confiesa un asesinato homófobo cometido hace 20 años en Montgat (Barcelona)

Un acusado confiesa un asesinato homófobo cometido hace 20 años en Montgat (Barc
Un acusado confiesa un asesinato homófobo cometido hace 20 años en Montgat (Barc - EUROPA PRESS

   El sospechoso, que dejó consignas nazis en la escena del crimen, reconoce que mató a un hombre y acepta 15 años de cárcel

   BARCELONA, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -

   El acusado C.A.G.C. ha reconocido este viernes ante el Tribunal del Jurado de la Audiencia de Barcelona que en marzo de 2000 cometió un asesinato homófobo en Montgat (Barcelona), crimen por el que fue detenido en Colombia en septiembre de 2017 y extraditado a España al cabo de un año.

   En la primera sesión del juicio, el acusado ha reconocido que mató a un hombre con un cuchillo y que le dio varias "puñaladas", por lo que ha aceptado 15 años de cárcel por un delito de asesinato, después de que la Fiscalía rebajara su petición de pena, que inicialmente era de 20 años menos un día.

   El Ministerio Público considera que también concurren una atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas y un agravante de odio y discriminación, ya que el acusado dejó consignas nazis en la escena del crimen.

   Según el escrito de calificación fiscal aceptado por el acusado, éste cometió el asesinato y "movido por el desprecio hacia la orientación sexual de su víctima y siéndole indiferente la dignidad del mismo, que yacía desnudo en el suelo, le colocó en la oreja derecha una margarita" y escribió con sangre del muerto en una pared: 'Hitler tenía razón' y 'KKK', referido al Ku Klux Klan.

   El Ministerio Público también reclama a C.A.G.C. que indemnice al hijo de la víctima con 45.000 euros y a la hermana con otros 25.000, por los daños morales ocasionados por el crimen.

   Según el escrito de la Fiscalía, los hechos ocurrieron el 8 de marzo de 2000, cuando el acusado acudió en tren a Montgat para encontrarse con la víctima, a quien había conocido a través un anuncio en un periódico.

   La propia víctima recogió al acusado en una estación de tren y fueron a un domicilio donde el hombre asesinado trabajaba cuidando a una persona: allí la víctima consumió alcohol y se desnudó con la "intención concertada de mantener relaciones sexuales consentidas" con C.A.G.C., aunque en el juicio él ha dicho que solo quedaron por una oferta laboral.

   El acusado, sin embargo, actuó "guiado por el único desprecio que sentía hacia la orientación homosexual" de la víctima y le agredió con 17 puñaladas que le causaron la muerte.

   Un testigo ha explicado en el juicio que halló el cadáver de la víctima y que la situación le pareció "surrealista", por lo que avisó inmediatamente a la Policía Local.

ATAQUE "DESPIADADO"

   La Fiscalía resalta que la víctima no tenía capacidad de defenderse al estar desnuda, desarmada, confiada y afectada por el alcohol, y que el ataque fue "despiadado, vil, desproporcionado y totalmente desafecto y apático al dolor y sufrimiento" de la víctima, que recibió todas las puñaladas en vida.

   En respuesta al fiscal, el acusado ha admitido que mató al hombre cuando este se desnudó, que después se marchó a su casa, y que "meses después de los hechos" la policía le tomó declaración, pero solo como una posible vía de investigación, ya que pudo marcharse de España sin impedimentos en 2012.

   Su arresto fue en septiembre de 2017, cerca de la ciudad colombiana de Medellín, y le extraditaron a España el mismo mes de 2018.

MOSSOS RESUELVE EL CASO

   Los Mossos d'Esquadra resolvieron en septiembre de 2017 este caso, que asumieron en 2016 por encargo de la jueza instructora, que reabrió la causa y ordenó proseguir con la investigación iniciada anteriormente por la Guardia Civil --cuerpo policial competente en la zona del crimen en el año 2000--.

   La Unidad Central de Homicidios y Agresiones Sexuales de los Mossos consiguió determinar la identidad del acusado gracias a testigos, listas de llamadas y reconstrucciones de los hechos.

   El acusado, que está preso en la cárcel de Brians 1, en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona), era amante de las películas bélicas y había sido soldado en Colombia, sirvió en el ejército español entre 2007 y 2008 en Talarn (Lleida), y tenía antecedentes por agresión sexual, violencia doméstica y lesiones, según determinaron los investigadores, que también comprobaron que en sus redes sociales compartía simbología nazi.