Publicado 11/11/2025 14:07

Once detenidos en Alicante tras desmantelar una banda dedicada a importar cocaína mezclada con pulpa de fruta

Intervienen en Colombia un contenedor con 955 kilos de cocaína y practican registros en Sax, Elda, Monóvar, Petrer y Castalla

Desarticulado en Alicante un laboratorio con una tonelada de precursores y otras sustancias destinadas a la extracción de cocaína mezclada con pulpa de fruta
Desarticulado en Alicante un laboratorio con una tonelada de precursores y otras sustancias destinadas a la extracción de cocaína mezclada con pulpa de fruta - AGENCIA TRIBUTARIA / POLICÍA NACIONAL

   ALICANTE, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -

   Funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, en una operación conjunta con Policía Nacional, con la colaboración de Europol y la Policía Nacional de Colombia, han desarticulado una organización criminal presuntamente dedicada a la importación de cocaína mezclada con productos alimentarios para su posterior extracción en un laboratorio clandestino establecido en la provincia de Alicante. En el marco del dispositivo, han detenido a once personas.

   Tras intervenir un contenedor en Colombia con un cargamento de 955 kilos de pulpa de fruta alterada con cocaína con destino a España, las autoridades se incautaron en el municipio alicantino de Monóvar de otro cargamento idéntico con 27 toneladas de pulpa de fruta que, tras los análisis preliminares sanitarios, resultaron no estar contaminadas con droga, "a pesar de que la empresa responsable de los envíos era la misma".

   La investigación se inició en el año 2024 por funcionarios del Servicio de Vigilancia Aduanera en Alicante tras la detección de importaciones de pulpa de fruta con origen en Colombia y destino en una sociedad alicantina, sobre las que se mantenían sospechas de que podrían contener sustancia estupefaciente.

   Así, se iniciaron pesquisas para localizar el destino real de la mercancía y la ubicación del laboratorio clandestino de extracción de la sustancia estupefaciente, según ha explicado la Agencia Tributaria en un comunicado.

FASES

   Durante la primera fase de la investigación, en la que se realizó un control documental de las importaciones, los investigadores lograron identificar a los dos principales investigados. Uno de ellos, el presunto líder de la organización, al parecer tomaba decisiones sin involucrarse documentalmente y el segundo figuraba como socio de la sociedad instrumental y organizaba la logística operativa de la importación.

   En una segunda fase, en la que se incorporó a la operación la Policía Nacional, se detectó la llegada de un nuevo contenedor en mayo de 2025. Los investigadores controlaron la mercancía, que se descargó en una nave vinculada a la empresa importadora.

   De acuerdo con las pesquisas, la organización dejó parte de la mercancía en la nave, simulando una importación comercial cotidiana y comenzaba a trasladar de forma clandestina parte de la mercancía a puntos alejados de núcleos urbanos.

   Para el almacenamiento de la droga, las organizaciones prefieren utilizar fincas rurales, almacenes aislados o naves secundarias en áreas poco transitadas, donde la probabilidad de detección por vecinos, cámaras o servicios municipales es "mínima", ya que el proceso de extracción o tratamiento de la mercancía contaminada suele generar efectos secundarios perceptibles como olores fuertes, emisiones, residuos, ruidos o manipulación de sustancias, según ha detallado la Agencia Tributaria.

   Así, las organizaciones que emplean productos alimentarios (en este caso, pulpa de fruta) como vehículo para introducir estupefacientes trabajan "siempre" con dos necesidades "contrapuestas", que son, por un lado, mantener una apariencia de actividad comercial lícita que facilite su logística internacional y local y, por otro, articular una infraestructura clandestina capaz de recuperar la droga de la mercancía contaminada. "Esa doble exigencia condiciona todas sus decisiones operativas", ha apuntado.

   De esta forma, la red presuntamente realizaba la transferencia de mercancía hacia los enclaves aislados mediante una logística diseñada para evitar la trazabilidad, con vehículos titulados a nombre de terceras personas (a veces con antecedentes y aparentemente ajenas a la empresa), cambios rápidos de titularidad, uso de conductores interpuestos y procedimientos de contravigilancia como utilizar rutas evasivas, horarios nocturnos o maniobras de despiste.

PROTOCOLO PARA EVITAR SER DESCUBIERTOS

   Con ello, la organización creaba una capa "intermedia" entre la sociedad mercantil destinataria de la mercancía y los lugares donde al parecer se manipulaba realmente la droga, para dificultar "la identificación jurídica de la posesión y del dominio efectivo sobre el estupefaciente".

   A pesar de todas las medidas de seguridad y de contravigilancia empleadas por la organización, los agentes consiguieron identificar a nuevas personas presuntamente involucradas en la operativa y localizar un lugar que podría cumplir con todos los requisitos necesarios para emplazar un laboratorio clandestino de extracción de cocaína.

   De forma paralela, el pasado mes de septiembre, se detectó un nuevo contenedor de pulpa de fruta con origen Colombia y destino en la mercantil investigada. Este contenedor fue controlado en origen por la Policía Nacional Colombiana y, una vez extraídas las muestras y realizado el análisis correspondiente, se observó que contenía casi una tonelada de cocaína (en concreto, 955,5 kilos) impregnados en pulpa de fruta.

REGISTROS Y DETENCIONES

   De inmediato, se comenzó a preparar en España el operativo destinado a desarticular la organización. La operación, que se llevó a cabo los pasados días 4 y 5 de noviembre, se saldó con un total de cinco entradas y registros repartidos en los municipios alicantinos de Sax, Elda, Monóvar, Petrer y Castalla, con once personas detenidas.

   En el registro del laboratorio, que se encontraba en una finca en los alrededores de la localidad de Sax, se hallaron más de mil kilos de precursores y otras sustancias utilizadas como tal (sosa caustica, amoniaco, ácido sulfúrico, ácido nítrico, acetato de etilo o gasolina) y todos los materiales necesarios para la elaboración de cocaína (ollas de acero inoxidable y bidones de plástico de grandes dimensiones, papel tamizador, balanzas o probetas). También se hallaron diez kilos de cocaína y en la finca se descubrieron restos de una plantación 'indoor' y más de dos kilos de marihuana lista para consumo.

   En la nave que la sociedad mercantil investigada tenía alquilada, se localizaron más de 27 toneladas de pulpa de fruta que, tras los análisis preliminares realizados por sanidad, resultaron no estar contaminados con sustancia estupefaciente alguna, repartida en 65 bidones metálicos de 200 kilos y 1.216 cajas con 24 paquetes de 500 gramos cada uno. En el resto de registros, se han intervenido tres vehículos, numerosos dispositivos electrónicos, documentación y dinero en efectivo.

   Los detenidos han sido puestos a disposición de los juzgados de instrucción de guardia de los municipios de Alicante, Elda y Novelda.

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