NUEVA YORK, 24 Jun. (Notimérica/EP) -
La historia peculiar de una niña, Victoria Wilcher, dará lugar a películas. La niña fue atacada por tres perros pitbull y salió desfigurada. Su familia no podía pagar la operación. La abuela denunció a la empresa de comida rápida 'KFC' por discriminación. La niña se hizo famosa y de esta forma lograron financiación solidaria para la operación. Ahora sale a la luz que ésta ni siquiera pisó el restaurante y que fue una treta ingeniada por su abuela.
La cultura norteamericana de juzgados, tribunales, denuncias e indemnizaciones en bucle acaba generando monstruos. El último caso, la historia de Victoria, cuyo engaño vuelve a desafiar la buena voluntad caritativa de las personas.
La investigación de la empresa para esclarecer los hechos habría demostrado que Victoria no estaba en el lugar tal día. Ahora queda explicar cómo en la era de la tecnología y las cámaras de seguridad, pudo producirse el engaño. Puesto que la familia ha logrado en donaciones hasta 135.000 dólares.
El problema no ha sido únicamente el engaño al público, sino que otros incidentes desagradables se han dado a raíz de la denuncia. Algunos de los clientes de la cadena han mandado amenazas de muerte a directivos y empleados, y se han lanzado bebidas a las instalaciones.
Además del dinero logrado, un cirujano plástico de Las Vegas, Frank Stile, se habría ofrecido a llevar a cabo la operación de forma gratuita, informa 'Daily News'.
Uno de los propietarios de la franquicia del pollo frito, Dick West, lanzó un comunicado poco después de darse a conocer los hechos a través de Facebook donde expresó que "cuando se hizo la primera alegación, 'KFC' prometió 30.000 dólares para cubrir gastos médicos y comenzó una investigación para encontrar la verdad", escribió.
"Nos hemos comprometido a dar el dinero, incluso si se demuestra que el incidente nunca sucedió". A los dueños de las franquicias no les ha quedado más remedio que tomar esas medidas aunque "su historia está llena de agujeros". La resolución del conflicto no es sencilla, y no está claro si la abuela será imputada por cargos criminales.
OTRAS DENUNCIAS PECULIARES
En el mundo de las denuncias inverosímiles a restaurantes de comida rápida, encontramos varios casos ciertamente sorprendentes. Entre ellos, el caso de un hombre que denunció a la compañía McDonalds por haberle servido únicamente una servilleta con su menú, en un proceso en el que demandaba 1,5 millones de dólares en forma de hamburguesas gratis para casi el resto de su vida. Webster Lucas, así se llamaba el afectado que pidió un menú 'Cuarto de libra' y le fue negada más de una servilleta cuando se acerco a la barra a pedir otra.
Otro de los casos más conocidos, es el de la mujer de 79 años que pidió un café en el 'McAuto' y este se le derramó produciéndole quemaduras de tercer grado en buena parte de sus extremidades inferiores. Esto le supuso unos gastos de hospital de 20.000 dólares que reclamó a McDonalds. Cuando la compañía le informó que solo le daría 800, la mujer les llevó al juicio y logró una indemnización de 600.000 dólares.
Con estos casos acercarse a un restaurante de comida rápida en Norteamérica puede deparar en una pequeña fortuna, ya no resulta imaginar que a más de uno se le antoje realizar una pequeña estafa. Como la abuela de esta niña que, pese a sus buenas intenciones, podría verse en serios problemas.