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MÉXICO DF, 6 May. (Notimérica/EP) -
La ciudad de Acapulco, en el sur de México, vuelve a ocupar las negras listas de las ciudades más peligrosas del mundo, esta vez ocupando el tercer puesto gracias a sus 113 homicidios por cada 100.000 habitantes.
Sin embargo, la violencia y el crimen, procedente en gran medida por el narcotráfico, que azotan las calles de 'La Perla del Pacífico' contrastan con sus atractivas playas y paisajes, muy del gusto de los turistas extranjeros y mexicanos.
Acapulco tiene una importante tradición portuaria, como demuestra que fuera una de las principales rutas de comercio de los territorios colonizados por los españoles entre los siglos XVI y XIX.
Actualmente, la ciudad de Guerrero supone uno de los principales centros neurálgicos de la economía nacional, además de servir también como vía de tránsito para importante rutas comerciales entre varios países del continente norteamericano.
Esta coyuntura no ha pasado desapercibida para las redes de los líderes del crimen organizado, quienes han sabido tejer con maestría sus nuevas rutas del narcotráfico. Conocida a mediados del siglo pasado como lugar de descanso de las estrellas de Hollywood, hoy ocupa un lugar en la crónica negra de la prensa local e internacional por sus decapitaciones, extorsiones y asesinatos.
TERRITORIO DE CÁRTELES
Acapulco es la cuidad más grande y poblada del estado de Guerrero, la principal zona del país de producción de marihuana y goma para la fabricación de heroína. Si bien esta peculiaridad pasó, en cierta manera, inadvertida para el crimen, fue a partir de 2008 cuando su puerto comenzaría a ser escenario de la guerra contra el narcotráfico.
Informes recientes han señalado que una decena entre cárteles y pequeñas organizaciones criminales se disputan el lucrativo comercio que significa el tráfico de estupefacientes. El tráfico de mujeres, la extorsión o el homicidio por encargo, son otras formas que los delincuentes tienen para financiar su holgado estilo de vida.
Las mismas fuentes han denunciado la creación de complejos hoteleros y la organización de actividades turísticas por parte de estas redes con el fin de blanquear el dinero obtenido en el resto de sus operaciones delictivas.
La 'Perla del Pacífico' presenta una particularidad interesante con respecto al resto de ciudades que padecen una situación similar. Acapulco es el escenario en el que dos pequeñas organizaciones criminales locales se disputan el control del territorio a través del apoyo externo que llega de cárteles mucho mayores que operan en todo el país, como el clan de los Leiva Beltrán o el cártel de Sinaloa o Los Zetas.
LOS PEORES AÑOS DE ACAPULCO
La Secretaría de Turismo del estado, sin embargo, anunció en 2013 cierto descenso de la criminalidad, cercano al 3 por ciento, aunque insuficiente si se atiende a ese macabro tercer puesto en cuanto a homicidios se refiere.
Los peores años han pasado, aseguran. La tasa de asesinatos en 2011 fue de 125 por cada 100.000 habitantes, mientras que en 2012 esa cifra se acabó por disparar: 148 personas por cada 100.000 fallecían de manera violenta colocando a la ciudad como segunda más peligrosa de una lista de 50 que todos los años publican organismos no gubernamentales.
La crisis económica, la pandemia de gripe A en 2009 o los efectos climáticos que azotaron la región el año pasado, siguieron mermando las aspiraciones turísticas de Acapulco, que, pese a ello, sigue siendo la ciudad más visitada del país por encima de Cancún o la Riviera Maya y solo superada por Distrito Federal.
No obstante, en 2011, declarado 'Año del Turismo' en México por el Gobierno, sufrió una baja importante en el promedio de visitas debido a la percepción de falta de seguridad, tal y como reconocieron las propias autoridades.
Los meses siguientes se enfocaron con cierto optimismo debido a un pequeño repunte en las estadísticas, sin embargo, un suceso, tan mediático como trágico, volvió a explicar porqué la ciudad es la tercera del mundo y la segunda más letal de México.
LA VIOLACIÓN DE SEIS MUJERES ESPAÑOLAS
Acapulco volvió a colocarse en el centro de la noticia en febrero de 2012 cuando seis mujeres españolas, residentes en México desde hace varios años, fueron violadas mientras pasaban unos días de descanso en un balneario situado en una playa, en el este de la ciudad.
Las autoridades confirmaron que un grupo de unos cinco hombres armados y encapuchados irrumpieron violentamente en el lugar en el que además de las cinco mujeres también se encontraban siete españoles y una ciudadana mexicana, la cual no fue violentada, sino amordazada y amarrada junto a los hombres.
Días después, seis hombres que vivían en la zona fueron detenidos como sospechosos, dos de ellos incluso fueron señalados por las víctimas al ser reconocidas sus voces, lo que facilitó su condena posterior. Sin embargo, el resto de personas que participaron en los crímenes siguen en libertad.