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MÉXICO DF, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
El gobernador del estado de Guerrero, Ángel Aguirre, ha descartado este jueves que la región necesite un operativo de seguridad especial, como el que se ha llevado a cabo en Michoacán, pese a que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de México ha catalogado la zona de "foco rojo", tras haberse revelado el alto índice de asesinatos y secuestros.
Aguirre ha expresado que en materia de seguridad "cada uno debe hacer lo que le corresponde", pero no esperará a que el Gobierno federal "venga a resolver los problemas" de la región. Sin embargo, ha matizado que al tratarse de delincuencia organizada, es el Estado quien debe gestionar en gran medida la situación, pero siempre contando con la colaboración de las policías municipales.
El último informe sobre violencia en México ha revelado que en el estado de Guerrero, en el suroeste del país, se ha producido un aumento del surgimiento de grupos de autodefensa en más de la mitad de los municipios después de que las políticas del Gobierno estatal hayan resultado ineficientes.
Sin embargo, Aguirre ha querido matizar dicha situación al alegar que existe "una marcada diferencia" entre los grupos de autodefensa de Michoacán y las policías comunitarias de Guerrero, las cuales, ha explicado, son elegidas por los ciudadanos de los municipios del estado mediante asambleas, pudiendo incluso revocar su autoridad en caso de que incumplan sus tareas.
En ese sentido, Aguirre también ha informado de que se reunirá en las próximas fechas con Bruno Placido Valerio, líder del grupo de autodefensa Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), para analizar la situación al respecto de una posible regularización de sus actividades, quien ha expresado en anteriores ocasiones su conformidad siempre y cuando sus acciones sean consensuadas con las asambleas populares de los municipios.
INFORME DE LA CNDH
Por su parte, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha revelado en su informe anual que el estado de Guerrero sigue siendo la región con más homicidios, 2087 en 2013, mientras que en materia de secuestros sigue ocupando el segundo lugar. Los robos, los casos de extorsiones y los asaltos en carretera también han experimentado un aumento durante los últimos años.
Sin embargo, pese a que Guerrero se ha convertido en un territorio codiciado por los cárteles de Sinaloa, Los Zetas, La Familia o el de Independiente de Acapulco, las denuncias ante la Fiscalía General por crimen organizado, tráfico de drogas y de armas, se han desplomado un 61 por ciento.