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MÉXICO DF, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -
El número de cadáveres hallados en las últimas semanas en fosas comunes ubicadas entre los estados mexicanos de Michoacán y Jalisco ha ascendido a 58, según han informado las autoridades del país iberoamericano.
El hallazgo ha sido posible gracias a las pesquisas iniciadas el pasado 3 de noviembre por la desaparición de dos agentes federales, que han llevado a la detención de 25 policías municipales y de tres civiles por su presunta implicación.
De manera extra oficial, mandos operativos han aclarado que, de momento, entre los cadáveres hallados no están los dos agentes federales. "Esto lo vamos a ir sabiendo con las pruebas de ADN", ha asegurado el director de la Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam.
Entre tanto, casi todos los cuerpos exhumados han sido trasladados a instalaciones forenses en la ciudad de México, donde peritos de la PGR realizarán pruebas químicas, genéticas y de ADN para determinar su identidad y causas de la muerte, tal y como ha detallado el diario mexicano 'El Universal'.
El límite entre Michoacán y Jalisco es territorio controlado por el narcotráfico porque son puntos de recepción de los cargamentos de droga trasladados por el océano Pacífico. Desde allí, emprenden el viaje hacia Estados Unidos.
Cerca de 80.000 personas han muerto desde finales del año 2006 en México en la llamada lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, las organizaciones criminales no solo han aumentado el número de víctimas, sino también han ampliado su número de actividades delictivas, entre las cuales se encuentran ahora la extorsión, el tráfico de personas y el secuestro.