Publicado 30/08/2021 11:13

Afganistán.- Alemania insta a incorporar a Rusia y a China en los debates sobre Afganistán

29 August 2021, Turkey, Antalya: German Foreign Minister Heiko Maas disembarks the plane upon arrival at the airport in Antalya. A few days after the end of the Bundeswehr airlift, Foreign Minister Maas is visiting countries that play a role in the cont
29 August 2021, Turkey, Antalya: German Foreign Minister Heiko Maas disembarks the plane upon arrival at the airport in Antalya. A few days after the end of the Bundeswehr airlift, Foreign Minister Maas is visiting countries that play a role in the cont - Michael Fischer/dpa

TASKENT, 30 Ago. (DPA/EP) -

El ministro de Exteriores de Alemania, Heiko Maas, ha abogado por incorporar a Rusia y China en cualquier debate sobre el futuro de Afganistán, también con vistas a obtener la evacuación del mayor número de personas una vez los talibán se hagan por completo con el control tras el repliegue de tropas internacionales.

Maas, que se encuentra de visita oficial en Uzbekistán, cree que es importante "llevar a la mesa a actores internacionales importantes", lo que pasa también por incorporar a representantes rusos y chinos. En este sentido, ha apuntado que la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU de este lunes puede dar muestras de la voluntad de colaboración de esos dos países.

Pekín y Moscú, de hecho, siguen teniendo embajadas en el Kabul talibán, al contrario que otras potencias occidentales que han optado por el cierre ante la creciente inseguridad.

Tras su paso por Turquía y Uzbekistán, Maas tiene previsto viajar a Tayikistán y Pakistán para conocer de primera mano la opinión de los países vecinos sobre el escenario político en ciernes en Afganistán. El propio ministro quiere enfatizar que a Alemania también le interesa evitar que el "colapso afgano" termine por "desestabilizar a toda la región".

Alemania logró evacuar de Afganistán a más de 5.300 personas entre el 14 de agosto y el pasado jueves, cuando fletó su último avión desde Kabul. No obstante, prevé dar cobijo a unas 40.000 afganos que puedan estar en riesgo, desde funcionarios del antiguo Gobierno a activistas.