Deja sin liberar a siete por las quejas de Francia y Australia porque están implicados en ataques mortales contra sus tropas
MADRID, 3 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Afganistán ha anunciado este jueves que ya ha completado la liberación de los 5.000 presos talibán acordados en el marco del intercambio de detenidos contemplado en el acuerdo de paz de Doha, con la excepción de siete milicianos cuya próxima liberación había sido rechazada por Australia y Francia porque estuvieron implicados en ataques que mataron a militares de esos dos países, ha informado la cadena de televisión local 1TV.
El anuncio lo ha hecho el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Afganistán, Javid Faisal, que ha contado además que los talibán han entregado a las autoridades a varios militares que habían capturado. Los siete presos talibán que no han sido liberados son milicianos cuya próxima liberación había provocado las quejas de los Gobiernos de Francia y de Australia por su implicación en ataques que acabaron con la vida de militares franceses y australianos desplegados en el país centroasiático.
"Hay esfuerzos diplomáticos en marcha. Esperamos conversaciones directas para comenzar pronto", ha dicho Faisal. A primera hora del jueves, fuentes consultadas por 1TV han dicho que los siete presos talibán serán trasladados a Qatar en virtud de un protocolo específico.
Ahmadulá Wasiq, un alto cargo talibán emplazado en Qatar, ha señalado que los presos serán entregados a la delegación talibán asentada en Doha. El intercambio de detenidos entre los talibán y el Gobierno afgano es el último obstáculo para el inicio de las conversaciones de paz entre líderes afganos.
Este canje está contemplado en el acuerdo de paz firmado por Estados Unidos con los talibán afganos en Doha el 29 de febrero. El pacto incluye un calendario de retirada de todas las tropas estadounidenses e internacionales y el inicio de un proceso de diálogo entre afganos una vez completado el intercambio de detenidos pero no establece un alto el fuego.
El inicio de las conversaciones de paz supondrá un momento histórico, toda vez que el movimiento integrista fundado por el mulá Mohamed Omar se ha negado a entablar un diálogo directo con Kabul por considerar que solo es una "marioneta" de Occidente.