MADRID, 19 May. (EUROPA PRESS) -
Al menos 40 milicianos talibán y ocho agentes de las fuerzas de seguridad afganas han muerto en enfrentamientos registrados el lunes por la noche en la provincia de Kunduz, en el noreste de Afganistán, según informa la cadena de televisión local Tolo.
El Ministerio de Defensa afgano ha dicho en un comunicado que los combates se han prolongado durante varias horas. "Al menos 40 talibán han muerto en los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad y otros 50 han resultado heridos", ha señalado. "Las fuerzas afganas han repelido el ataque talibán", ha añadido.
El Ministerio de Defensa ha asegurado que la situación está ahora "bajo control de las fuerzas afganas" y se ha recuperado la normalidad en la zona. Las fuerzas afganas han conseguido poner fin a los ataques de los talibán en los distritos de Imán Sahib, Chahardara y Jan Abad y los milicianos "han sufrido importantes pérdidas por los ataques aéreos".
El ministro de Defensa afgano, Asadulá Jalid, ha visitado la provincia de Kunduz y ha confirmado que han muerto ocho agentes de las fuerzas de seguridad en los enfrentamientos con los milicianos. "Los talibán han sufrido importantes pérdidas y más de 50 talibán han muerto en los combates de la pasada noche", ha afirmado.
Mohamad Alí Yazdani, jefe del regimiento 217 del Ejército afgano, ha indicado que los talibán lanzaron varios ataques contra la ciudad de Kunduz "desde diferentes direcciones". "Murieron más de 40 talibán y otros 60 resultaron heridos", ha añadido. Por su parte, los talibán han afirmado que la Fuerza Aérea afgana ha atacado un hospital en el distrito de Chahardara y que el bombardeo ha "matado a varios civiles".
Por otra parte, un militar y un policía han muerto y otros 18 civiles han resultado heridos por la explosión de una mina magnética este martes por la mañana en la provincia de Kunduz.
Hace una semana, el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, ordenó de las fuerzas de seguridad que pasen a estar en "modo ofensivo" en respuesta a los ataques de los talibán, que han mantenido su campaña contra las fuerzas gubernamentales a pesar de firmar con Estados Unidos el acuerdo de paz de Doha el 29 de febrero.