MADRID, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
Al menos 85 civiles murieron y otros 373 resultaron heridos en el marco durante la campaña y la jornada de votación de las elecciones del 28 de septiembre en Afganistán, en las que los ciudadanos estaban llamados a decidir si renovaban el mandato del actual presidente Ashraf Ghani, o apostaban por un candidato alternativo.
La misión de la ONU en Afganistán (UNAMA) ha hecho balance este martes de las víctimas civiles del proceso y ha concluido que los distintos ataques perpetrados en este contexto provocaron 458 víctimas, de las cuales 277 corresponden al día de la votación --28 fallecidos y 249 heridos--.
Más de un tercio de las víctimas civiles eran niños y el 80 por ciento corresponde a acciones de los talibán, según la UNAMA, que ha alertado también de una tendencia al alza en los casos de secuestros, amenazas, intimidación y acoso obra de la insurgencia, tanto durante la campaña como el 28 de septiembre.
El jefe de la misión, Tadamichi Yamamoto, ha denunciado una "campaña deliberada" para perjudicar todo el proceso y "privar a los ciudadanos afganos de su derecho a participar (...) libremente y sin miedo". "Muchos afganos, sin embargo, desafiaron las amenazas y depositaron sus votos. Acciones valientes que aplaudo", ha añadido.
Los talibán advirtieron en varias ocasiones de que atentarían contra actos electorales, en un intento por boicotear unos comicios que consideraban ilegítimos. Sin embargo, como ha recordado la UNAMA, el aviso previo no exime de cumplir las obligaciones recogidas en el Derecho Internacional.
En este sentido, Yamamoto ha tachado de "completamente inaceptables" las "acciones deliberadas de violencia contra votantes, trabajadores electorales, personas que hacen campaña, lugares de mítines y centros de votación". "Los ataques generalizados o sistemáticos contra poblaciones civiles pueden constituir un crimen contra la Humanidad", ha apostillado.