BERLÍN, 15 Ago. (DPA/EP) -
El ministro del Interior de Alemania, Horst Seehofer, ha admitido que la misión de las Fuerzas Armadas de su país en Afganistán ha sido un fracaso y que el país ahora mismo es un "desastre" tras la entrada de los talibán en la capital, Kabul, para negociar la rendición pacífica del Gobierno.
"Lo que está ocurriendo en Afganistán en estos momentos es un desastre", ha zanjado el político conservador en una entrevista que publicará el lunes el diario 'Augsburger Allgemeine'.
"El gran objetivo era mejorar las condiciones de vida de la población y aportar estabilidad al país. Hoy, por desgracia, hay que declarar: eso ha fracasado", ha declarado el ministro.
Seehofer reafirmó sin embargo que la motivación para el despliegue de la Bundeswehr estaba justificada, también por la lealtad a la alianza con Estados Unidos tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. "Pero la conclusión es que la misión a largo plazo ha fracasado tras 20 años de relativa estabilidad", agregó.
Para Seehofer ya no existe la opción de una nueva intervención militar. "Ahora es la hora de la política exterior", señaló, al especificar que esta debe coordinarse a nivel europeo.
De momento, los medios regionales ya informan abiertamente de un proceso de transición que desembocará en la dimisión, en las próximas horas, del presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, una figura vilipendiada por los talibán, que consideraban a su gobierno un títere de Estados Unidos, según fuentes de Al Arabiya.
Por otro lado, fuentes del medio afgano Khaama Press han confirmado que estas negociaciones están fundamentadas en una transferencia de poder a los insurgentes, que será dirigida por el principal negociador del Gobierno afgano, el jefe del Consejo Superior para la Reconciliación Nacional, Abdulá Abdulá.
Las mismas fuentes apuntan el nombre del ex ministro del Interior y ex embajador afgano en Alemania, Ali Ahmad Jalali, como nuevo jefe de este gobierno en funciones, sin dar más detalles.