MADRID, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
Al menos siete personas, incluido un alto cargo de la Policía afgana, han muerto este viernes en dos ataques ejecutados en sendas provincias del norte y el sur del país asiático, según han confirmado las autoridades.
En un primer ataque, Mohamad Afzal, jefe de la Policía del distrito de Uarsaj, ha muerto junto a tres guardaespaldas tras caer en una emboscada tendida por los talibán en la provincia de Baghlan (norte).
El portavoz de la Policía provincial, Yauid Basharat, ha indicado que el ataque ha sido perpetrado en la autovía que conecta la provincia con Tajar, donde se encuentra Uarsaj, según la cadena de televisión local Tolo TV. Los talibán han reclamado la autoría del ataque.
Por otra parte, al menos tres civiles han muerto y seis han resultado heridos al estallar una bomba al paso de su vehículo en el distrito de Nad Alí, en la provincia de Helmand (sur).
Abdul Bari, residente en Nad Alí, ha indicado que a explosión ha tenido lugar a mediodía y ha agregado que entre los fallecidos hay dos niños, tal y como ha recogido la agencia afgana de noticias Pajhwok.
Las autoridades han acusado a los talibán de haber colocado la bomba, si bien los insurgentes no se han pronunciado.
Los talibán llevan meses dialogando con diplomáticos estadounidenses para acordar la retirada de más de 20.000 efectivos de las fuerzas internacionales de Afganistán a cambio de garantías de que el país no será usado como base para ataques terroristas.
Sin embargo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció a comienzos de septiembre su decisión de suspender las conversaciones cuando ya había fijado una reunión en Camp David con los talibán en respuesta a un atentado que mató a un militar estadounidense y a otras once personas en Kabul el 5 de septiembre.
Desde entonces, los talibán han reforzado su campaña de atentados y ofensivas en todo el territorio afgano y han reiterado que no firmarán un alto si antes no hay un calendario de retirada de tropas estadounidenses del país centroasiático.
Además, hasta ahora se han negado a negociar directamente con el Gobierno del presidente, Ashraf Ghani, al que consideran un "títere" de Occidente. Kabul ha exigido un proceso de conversaciones directas de cara a la firma de un eventual acuerdo de paz.
Pese a ello, la Presidencia afgana aseguró la semana pasada que China ha aceptado acoger un encuentro "en un futuro próximo" entre el Gobierno y una delegación de los talibán para abordar un posible acuerdo de paz.