MADRID, 31 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los talibán se han hecho este martes con el control de la localidad afgana de Darzab, situada en la provincia de Jauzján (norte), tras la retirada de las fuerzas de seguridad de la zona, según han informado fuentes gubernamentales.
El portavoz del gobierno provincial, Maruf Azar, ha indicado que la retirada ha tenido lugar a petición de los propios residentes de la localidad, tal y como ha recogido la agencia afgana de noticias Jaama Press.
Así, ha explicado que "casi el 50 por ciento de la localidad estaba en manos de los talibán durante los últimos tres meses y los residentes estaban cansados de una guerra continuada".
"Alrededor de 2.000 residentes hablaron con comandantes talibán (...) para pedir un alto el fuego, peor no lo aceptaron, por lo que solicitaron a las fuerzas de seguridad que se retiraran para lograr la paz y seguridad", ha añadido.
En este sentido, ha resaltado que las fuerzas de seguridad "se han retirado totalmente" de Darzab y han dejado una base militar de la zona en manos de los talibán.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ha indicado en un comunicado que las fuerzas afganas han cambiado su base, Antan Hill, por otra localización debido a las adversas condiciones meteorológicas.
La toma de Darzab ha tenido lugar un día después de que el portavoz de los talibán, Zabihulá Muyahid, saliera al paso de las informaciones relativas a la posibilidad de un alto el fuego "temporal" y recalcara que el grupo "no tiene intención" de dar este paso.
Muyahid, que tildó de "falsas e infundadas" estas informaciones, confirmó sin embargo que "Estados Unidos ha pedido una reducción de la escala y la intensidad de la violencia".
"Las discusiones en el Emirato Islámico giran únicamente en torno a este asunto específico", dijo Muyahid, quien incidió en que el líder de los talibán, Hebatulá Ajundzada, "no ha emitido aún un decreto final ni hay diferencias en el seno del Emirato Islámico en torno a este asunto".
Los talibán llevan meses dialogando con diplomáticos estadounidenses para acordar la retirada de más de 20.000 efectivos de las fuerzas internacionales de Afganistán a cambio de garantías de que el país no será usado como base para ataques terroristas.
Por contra, hasta ahora se han negado a negociar directamente con el Gobierno del presidente, Ashraf Ghani, al que consideran un "títere" de Occidente. Kabul ha exigido un proceso de conversaciones directas de cara a la firma de un eventual acuerdo de paz.