El Sahel y el lago Chad registran los mayores aumentos en actividad, mientras que Al Shabaab parece haber perdido fuerza
MADRID, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
África se está convirtiendo cada vez más en el nuevo foco de la actividad yihadista, como lo muestra el hecho de que las acciones de los numerosos grupos terroristas que operan en el continente se haya duplicado desde 2013 hasta los casi 3.500 actos violentos registrados en 2019 por el Africa Center for Strategic Studies (ACSS), dependiente del Departamento de Defensa estadounidense.
Según su último informe, durante el último año las acciones de los grupos yihadistas se incrementaron un 14 por ciento, siguiendo con la tendencia ascendente de los últimos años, y dejaron casi 10.500 muertos, un 7 por ciento más que el año anterior, poniendo fin a sí a la reducción en el número de víctimas iniciada en 2015.
En total, hay alrededor de unas dos decenas de grupos islamistas activos en África que operan en catorce países, si bien se identifican cinco grandes teatros de operaciones. Hasta ahora, Somalia era el principal epicentro de acción yihadista en el continente, pero en el último año la actividad ha cobrado especial virulencia tanto en el Sahel como en la cuenca del lago Chad.
Así, en Somalia, las acciones obra de Al Shabaab, grupo terrorista vinculado a Al Qaeda, disminuyeron un 14 por ciento en 2019 y dejaron un 29 por ciento menos de víctimas mortales que el año anterior --un 40 por ciento menos con respecto a 2017--. En total, hubo 2.790 muertos. Según el ACSS, la actividad de Al Shabaab supone ahora el 38 por ciento de todos los ataques, cuando durante la última década solía ser la mitad, y el 27 por ciento de las muertes.
En el caso del Sahel, ha sido el escenario en el que se ha producido el incremento más rápido de la actividad yihadista. En concreto, en Burkina Faso, Malí y Níger ha contabilizado 800 actos de violencia ligados a estos grupos, el doble que un año antes y siguiendo la tendencia iniciada en 2015. En total, se han contabilizado 2.600 muertos, el doble que en 2018, con Burkina Faso como principal foco en lugar de Malí.
UN 35% MÁS ATAQUES EN EL LAGO CHAD
En los países bañados por el lago Chad --Chad, Camerún, Nigeria y Níger-- la actividad de Boko Haram y de su escisión, Estado Islámico en África Occidental (ISWA), aumentó un 35 por ciento en el último año, con un total de 765 incidentes violentos contabilizados y 3.225 muertos (un 4 por ciento más).
Aunque el grupo que lidera Abubakar Shekau es el más ataques perpetró y el que más atentó contra civiles, ISWA experimentó el mayor incremento en actividad letal. Además, el ACSS destaca que las acciones de estos grupos se han intensificado en el último año en Camerún, Níger y Chad, mientras que en Nigeria se han mantenido dentro de la misma tónica.
Por lo que respecta al norte de África, la actividad yihadista en Egipto, Libia y Túnez apenas ha experimentado cambios, con 347 acciones y 1.060 muertos contabilizados, lo cual supone un 9 por ciento menos de víctimas con respecto a 2018.
Como contrapartida, está emergiendo un nuevo escenario en el norte de Mozambique, donde los episodios violentos se han triplicado en 2019, hasta un total de 200 y 710 víctimas mortales.
Detrás de la mayoría de estas acciones está un grupo conocido popularmente como Al Shabaab pero que no está vinculado con la organización somalí del mismo nombre, si bien Estado Islámico ha reivindicado la responsabilidad de seis ataques en este país en el último año, ha resaltado ACSS, advirtiendo de que cabe esperar que la actividad yihadista siga aumentando en este escenario.