Actualizado 19/04/2015 13:36

Agentes de EEUU trabajan para el narcotráfico y aceptan sus regalos

Customs Agents wait for protesters  to turn themselves in at the U.S.-Mexico bor
Foto: SANDY HUFFAKER / REUTERS

MÉXICO DF, 18 Abr. (Notimérica) -

   Agentes estadounidenses localizados en la frontera con México han aceptado por sus "servicios prestados" a los grupos de narcotráfico favores sexuales, mordidas --sobornos-- y otros "regalos", según ha asegurado el inspector general del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en sus siglas en inglés) John Roth, ante la Cámara de Representantes.

   Frente a las medidas coercitivas incrementadas por el Gobierno de los Estados Unidos para vigilar su frontera sur y principal entrada de los productos de la delincuencia organizada mexicana, "los cárteles se han vuelto más astutos, violentos y peligrosos" cuyo poder les ha permitido el "reclutamiento y corrupción de los propios agentes del DHS", concreta Roth en declaraciones recogidas por la revista nacional 'Proceso'.

   Como ejemplo, el inspector general ha señalado el caso de un agente fronterizo y guardia penitenciario, cuyo nombre no ha revelado, que ofrecía su ayuda a los narcotraficantes mexicanos en su travesía hacia Estados Unidos.

   Los agentes corruptos han proporcionado mapas, códigos de puertas y accesos, localización de unidades de control fronterizo, advertencia previa sobre los operativos antidrogas y demás "información sensible".

   Miembros de la Unidad de Inteligencia de la Patrulla Fronteriza han tratado de proveer con este tipo de información a otros agentes encubiertos con tapadera de narcotraficantes. En este caso, Roth añadió que el oficial corrupto fue encarcelado con una pena de tres años.

   Otras autoridades estadounidenses que han interceptado a "mochileros"-- terminología del narco para designar a la persona que transporta la mercancía ilícita por terrenos desérticos-- obligaron a los "traficantes" a quitarse los zapatos y chamarras, y a comer grandes cantidades de la marihuana que transportaban. Respecto a las vestimentas, los agentes quemaron todas las pertenencias y abandonaron en la suerte del desierto a los transportadores. Roth comentó que los miembros del DHS fueron sentenciados a dos años de cárcel.

   El total de quejas por "mala conducta" perpetrada por agentes del DHS recibidas en la oficina de John Roth ascienden a 16.281 en 2014. A partir de las cuales se realizaron 564 investigaciones que desencadenaron 112 inculpaciones penales y 36 acciones personales.

   El funcionario ha subrayado que su oficina documentó y realizó las averiguaciones pertinentes sobre los delitos de "uso excesivo de la fuerza", eufemismo utilizado para definir los "incidentes que resultan de heridas serias o la muerte, que incluyen alegaciones sobre el uso excesivo de la fuerza de un agente fronterizo o violación potencial de los derechos civiles acometidos a las víctimas".

MALAS CONDUCTAS DE AGENTES SECRETOS DE EEUU

   El total de los empleados del DHS se cifran en 240.000 y desempeñan funciones de oficiales o agentes en la frontera, servicios aduaneros, servicios secretos y la Administración de Seguridad de Transporte. En estas dependencias, según explica John Roth, los agentes adoptaron "malas conductas". Y a continuación ofrece una lista de los casos más llamativos sucedidos en este colectivo.

   Durante la visita oficial de Barack Obama a la VI Cumbre de las Américas de Cartagena del pasado 2012, 12 agentes de los servicios secretos solicitaron los servicios sexuales de mujeres colombianas que algunos de los agentes pagaron mientras que otros se negaron a abonarlo. Lo que recuerda a la misión celebrada entre 2005 y 2008, donde elementos de la Agencia Antidrogas de los EEUU (DEA) aceptaron las meretrices colombianas pagadas por los cárteles de narcotráfico.

   En la División de Operativos Especiales del Equipo de Contra Ataque, Roth recuerda el caso de uno de los agentes que fue encontrado tirado en la puerta de la habitación del lugar donde se hospedaba en La Haya, Holanda, y "no podía recordar el momento en que salió del restaurante, ni cuándo ni cómo había regresado a su hotel" fruto de la consumición de alcohol y drogas.

   El funcionario también trajo a su memoria el comportamiento de los servicios secretos durante una visita presidencial a Tailandia, con la desaparición de un oficial, despliegue militar activado en su búsqueda y consecuente reaparición en el aeropuerto del agente perdido con cuatro horas de retraso y aliento alcohólico. El agente fue suspendido por siete años.

   En el transcurso de esta lista y exposición de negligencias, el inspector general del Departamento de Seguridad Nacional John Roth ha manifestado reiteradamente su preocupación ante las "malas conductas" que protagonizaron sus miembros del DHS bajo la influencia de bebidas destiladas.