Actualizado 01/07/2009 16:34

Ahmadinejad cancela participación en cumbre africana

Por Fredrik Dahl y Parisa Hafezi

TEHERAN (Reuters/EP) - El presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, canceló el miércoles un viaje a Libia para asistir a una cumbre de la Unión Africana, que habría dado al mandatario de línea dura otra oportunidad para aparecer en un foro internacional tras su polémica reelección.

Mehdi Karoubi, un clérigo reformista que quedó cuarto en las elecciones del 12 de junio, dijo que seguía rechazando el resultado, que desató los disturbios internos más graves en Irán desde la Revolución Islámica de 1979.

"No considero legítimo a este Gobierno", dijo en un comunicado en su página de internet. "Voy a continuar mi lucha".

Un portavoz de la oficina de Ahmadinejad dijo que la visita a Libia había sido cancelada, sin explicar las razones de la decisión. El viaje al exterior hubiera sido el segundo del presidente desde las elecciones.

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores Hassan Qashqavi luego dijo a la televisión estatal que Ahmadinejad estaba demasiado ocupado para viajar.

En una muestra de confianza, el presidente había asistido a una cumbre regional en Rusia cuatro días después de las elecciones, ignorando las masivas protestas callejeras de los seguidores de los candidatos derrotados Mirhosein Mousavi y Karoubi, que dijeron que los comicios fueron arreglados.

El Consejo de Guardianes, un organismo supervisor, respaldó el lunes el resultado electoral y rechazó las quejas de irregularidades, diciendo que un recuento parcial había demostrado que eran infundadas.

Sin embargo, Karoubi y Mousavi, un ex primer ministro moderado, siguen rechazando la reelección de Ahmadinejad, en lo que supone un desafío sin precedentes al líder supremo, el ayatolá Ali Khamenei que ha respaldado el resultado electoral. La decisión de Khamenei es la definitiva.

"Algunos fuerzas visibles e invisibles bloquearon cualquier cambio en el Poder Ejecutivo", se quejó Karoubi.

Las fuerzas de seguridad han aplastado las protestas callejeras y los partidarios de la línea dura han recuperado la ventaja en el quinto mayor exportador de petróleo del mundo, cuyo programa nuclear ha alarmado a Occidente.

Karoubi, un clérigo que era próximo al líder revolucionario iraní, el ayatolá Ruhollah Khomeini, pidió la liberación de "miles" de personas detenidas durante los disturbios.

El jefe de la Policía de Irán, Ismail Ahmadi-Moghaddam, indicó que el número de detenidos era 1.032 y que desde entonces la mayoría habían sido liberados.

"Aquellos que siguen en detención fueron enviados a cortes públicas y revolucionarias en Teherán", dijo en una conferencia de prensa según citó la agencia de noticias semi oficial Fars.

Ahmadi-Moghaddam dijo que 20 "alborotadores" habían muerto durante los disturbios y que más de 500 policías habían resultado heridos.