Publicado 11/08/2021 02:44

AI denuncia "brutales" casos de violencia sexual a mujeres y niñas por parte de fuerzas afines al Gobierno de Etiopía

Archivo - Desplazados por el conflicto en la región de Tigray (Etiopía)
Archivo - Desplazados por el conflicto en la región de Tigray (Etiopía) - BYRON SMITH/GETTY IMAGES - Archivo

   MADRID, 11 Ago. (EUROPA PRESS) -

   La ONG Amnistía Internacional (AI) ha publicado este miércoles un nuevo informe en el que denuncia que las fuerzas afines al Gobierno etíope han sometido a cientos de mujeres y niñas a "brutales" actos de violencia y esclavitud sexual en el contexto del conflicto en Tigray.

   "Soldados y milicianos sometieron a mujeres y niñas de Tigray a violación, esclavitud sexual, mutilación sexual y otras formas de tortura, a menudo entre comentarios étnicos ofensivos y amenazas de muerte", ha afirmado la organización.

   "Cientos de ellas han sido sometidas a un trato brutal con el objetivo de degradarlas y deshumanizarlas", ha declarado la secretaria general de Amnistía Internacional, Agns Callamard, a lo que ha añadido que esta violencia se ha utilizado "como arma de guerra para infligir un daño físico y psicológico persistente a las mujeres y las niñas en Tigray".

   El informe, --titulado 'No sé si se dieron cuenta de que yo era una persona': Violación y otros actos de violencia sexual en el conflicto de Tigray--, está basado en entrevistas a personal médico y a 63 víctimas, de las cuales 28 apuntaron a las fuerzas eritreas como las autoras de sus violaciones.

   Los testimonios recogidos indican que las víctimas eran violadas delante de familiares o sus propios hijos, lo que según la ONG es "un patrón de violencia sexual generalizada que pretendía aterrorizar y humillar a las víctimas y a su grupo étnico".

   Asimismo, la organización ha apuntado que los centros médicos de Tigray registraron 1.288 casos de violencia de género entre febrero y abril de 2021, si bien, muchas supervivientes han dicho a Amnistía Internacional que no acudieron a ningún centro médico, por lo que las cifras podrían ser mayores.

   Además de la violación y de humillaciones con insultos y amenazas, 12 de las sobrevivientes han afirmado que las mantuvieron cautivas durante días, como es el caso de Tseday, de 17 años, a quien ocho soldados eritreos secuestraron en Zebangedena y la mantuvieron dos semanas cautiva. "Me llevaron a una parcela en una zona rural. (...) Me violaron ocho de ellos", ha compartido a la ONG. También, algunas han compartido que las lesionaron introduciendo en su vagina objetos como grandes clavos.

   "Como si tuvieran poco con su sufrimiento y su trauma, a las supervivientes las han dejado sin apoyo adecuado. Estas mujeres deben poder acceder a los servicios que necesitan y que tienen derecho a recibir", ha alertado Agns Callamard.

   AI ha recordado que el pasado mes de mayo, las autoridades etíopes anunciaron que tres soldados etíopes habían sido declarados culpables, y otros 25 habían sido acusados formalmente de violación y otros actos de violencia sexual, no obstante, ha apuntillado que no se ha proporcionado información sobre estos juicios ni sobre ninguna otra medida que se haya tomado para investigar y poner a los responsables a disposición judicial.

   "Todas las denuncias de violencia sexual deben ser investigadas de manera efectiva, independiente e imparcial para que las sobrevivientes obtengan justicia, y debe establecerse un programa de reparación eficaz", ha proclamado la secretaria.

   Por último, ha exigido al Gobierno de Etiopía "actuar de inmediato para impedir que miembros de las fuerzas de seguridad y de las milicias aliadas cometan actos de violencia sexual", así como ha alentado a la Unión Africana a no "escatimar esfuerzos para asegurarse de que este conflicto se debate en su Consejo de Paz y Seguridad".

   En este sentido, ha instado a las autoridades etíopes a permitir el acceso a la Comisión de Investigación de la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, así como al secretario general de la ONU, António Guterres, a enviar urgentemente a Tigray a un equipo de expertos sobre el Estado de Derecho y la Violencia Sexual en los Conflictos.

   "La gravedad y magnitud de los delitos sexuales perpetrados es particularmente impactante; constituyen crímenes de guerra y posibles crímenes de lesa humanidad. Degradan los principios humanos básicos y hay que ponerles fin", ha zanjado Callamard.