BERLÍN, 6 Oct. (DPA/EP) -
El ministro alemán del Interior, Horst Seehofer, ha avisado de que se aproxima una nueva crisis de refugiados si su país no impulsa un esfuerzo europeo conjunto, según declaraciones al dominical 'Bild am Sonntag' publicadas hoy.
"Debemos ayudar más a nuestros socios europeos con los controles en las fronteras exteriores de la Unión Europea (UE). Han estado solos demasiado tiempo", ha señalado el conservador político alemán. "Si no lo hacemos, se volverá a repetir una oleada de refugiados como la de 2015, tal vez quizás sea incluso mayor que hace cuatro años", ha observado.
A tal efecto, Seehofer confirmó que ha mantenido esta pasada semana varias conversaciones con representantes de los gobiernos turcos y griegos en Ankara y Atenas.
En 2015, llegaron a Europa más de un millón de solicitantes de asilo. En Alemania se presentaron entonces 476.649 solicitudes de asilo, mientras que, en 2016, ascendieron a 745.545, la mayor cifra registrada hasta el momento. Luego, la cifra volvió a disminuir.
Los guardacostas griegos han informado este domingo de que en las últimas 24 horas recogieron a 85 migrantes del mar Egeo. Los migrantes intentan llegar con la ayuda de contrabandistas a las islas griegas o a Italia por vía marítima, ya que la llamada ruta de los Balcanes está en gran medida cerrada.
Por otra parte, los centros de registro en las islas griegas al este del Egeo están superpoblados.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) reveló que en los primeros nueve meses del año llegaron más inmigrantes desde Turquía, la cifra es de 35.848 personas, mientras que en 2018 fueron 32.494.
El periódico alemán 'Welt' citó un informe de la Comisión de la UE según el cual Grecia espera 25.000 inmigrantes más para finales de año.
Los ministros del Interior de la UE abordarán este próximo martes el tema de la migración. Entonces es probable que se decida cuántos países de la UE se unirán al mecanismo de distribución acordado por Alemania, Francia, Italia y Malta en septiembre.
El acuerdo establece cuotas fijas de admisión para los Estados miembros de la UE que acojan inmigrantes rescatados del mar Mediterráneo.
Sin embargo, el acuerdo se refiere únicamente a las personas que se encuentran en la ruta del Mediterráneo central, la zona marítima entre el norte de África, Malta e Italia.