Publicado 26/12/2019 19:00

Altos cargos del Gobierno de EEUU recomendaron a Trump que no designara a los cárteles mexicanos como terroristas

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump - Matthew Hatcher/SOPA Images via / DPA

WASHINGTON, 26 Dic. (Reuters/EP) -

Altos cargos del Gobierno de Estados Unidos recomendaron al presidente, Donald Trump, que no designara a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, en reuniones celebradas semanas antes de que el magnate neoyorquino hiciera el anuncio, aunque finalmente reculó, según cinco fuentes consultadas por Reuters.

Algunas fuentes han descrito como unánime la recomendación formulada a Trump en reuniones en las que participaron miembros de los departamentos de Seguridad Nacional, Defensa, Justicia, Tesoro y Comercio, así como asesores presidenciales.

Entre los asistentes a dichos encuentros se cuenta Stephen Miller, uno de los asesores más influyentes de la Casa Blanca y el arquitecto de la política migratoria de Trump, que también le desaconsejó dar ese paso.

Los detractores de la medida temían, por un lado, que dañara la relación bilateral con México hasta el punto de que el vecino del sur dejara de cooperar en la lucha contra la inmigración ilegal y el tráfico de armas y de drogas por la frontera común.

Por otro lado, advirtieron a Trump de que, si calificaba de terroristas a los cárteles mexicanos, daría un sólido argumento a quienes solicitan asilo en Estados Unidos para ganar sus casos.

Sin embargo, el mandatario norteamericano estaba convencido de que "debía adoptar una postura extremadamente agresiva hacia los cárteles y valorar la posibilidad de usar herramientas que no se habían usado antes" para conseguirlo, como dicha designación, ha comentado una de las fuentes consultadas.

Pese a los consejos de su equipo, Trump anunció el 26 de noviembre que daría tal calificación a los cárteles mexicanos. El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador contestó enérgicamente avisando de que no lo permitiría porque podría justificar, en último término, hasta una intervención estadounidense en suelo mexicano.

Así las cosas, el 9 de diciembre Trump dio marcha atrás. Un alto cargo de la Administración lo ha definido como un movimiento estratégico. "Incluso la sola amenaza (de hacerlo) ha sido extremadamente útil a la hora de obtener una ventaja para conseguir más cooperación" de México, ha esgrimido.