Publicado 16/10/2021 07:11

AMP.-Afganistán.-La filial afgana de Estado Islámico reivindica la autoría del atentado en una mezquita chií de Kandahar

17 September 2021, Afghanistan, Kunduz: Afghani men attend Friday prayers on a street outside a mosque in Kunduz, northern Afghanistan. Photo: Oliver Weiken/dpa
17 September 2021, Afghanistan, Kunduz: Afghani men attend Friday prayers on a street outside a mosque in Kunduz, northern Afghanistan. Photo: Oliver Weiken/dpa - Oliver Weiken/dpa

ISKP afirma un doble atentado suicida perpetrado por dos de sus combatientes

El ataque deja al menos 32 personas muertas y cerca de 70 heridos

La ONU y EEUU condenan el atentado y recuerdan que el "pueblo afgano tiene derecho a vivir y rendir culto en paz y seguridad"

MADRID, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -

El grupo yihadista Estado Islámico ha reivindicado la autoría del atentado perpetrado este viernes en una mezquita chií de Bibi Fatima o Imán Bargah, una de las más importantes de la ciudad afgana de Kandahar, capital de la provincia homónima ubicada al sur del país.

Estado Islámico Provincia de Jorasán (ISKP), rama del grupo yihadista que opera en el país, ha indicado que se ha tratado de un "doble atentado suicida", según un comunicado recogido por SITE Intelligence Group, un organismo especializado en hacer seguimiento de los grupos terroristas.

La filial afgana del grupo terrorista ha precisado que dos de sus combatientes han "matado a tiros" a los guardias de la mezquita y, después, se han inmolado en el interior de la misma.

El suceso ha coincidido con las oraciones del viernes y ha dejado al menos 32 muertos y cerca de 70 heridos, según han informado las autoridades locales al medio afgano Tolo News, si bien los testigos han indicado que el número de víctimas sería mayor.

Los talibán han confirmado solo una detonación en la mezquita, pero testigos han indicado que se habían producido al menos dos, lo que ahora respaldaría la declaración de Estados Islámico, que asegura que se ha tratado de un doble atentado.

El portavoz de la oficina política de los talibán, Mohammad Naeem, ha difundido a través de Twitter una declaración del jefe de la Policía de Kandahar, en la que condena de manera "enérgica" lo sucedido, y ha mandado el pésame a las familias de las víctimas.

Naeem ha afirmado que la gente de la zona pidió a los talibán armas "para que ellos mismos vigilaran su mezquita", a lo que estos accedieron. Sin embargo, "desafortunadamente no han podido (defender la mezquita), así que en el futuro asignaremos grupos especiales para proteger lugares como este", ha avanzado.

CONDENAS AL ATENTADO

Por su parte, el portavoz talibán, Zabibulá Muyahid, ha indicado que las fuerzas de seguridad arrestarán a los perpetradores de este "gran crimen" y los llevarán ante la justicia "lo antes posible".

La comunidad internacional ha reaccionado también al ataque. El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha condenado en los "términos más enérgicos" el "despreciable" ataque a la mezquita.

"Los autores de este último crimen contra civiles que ejercen su derecho a practicar libremente su religión deben comparecer ante la justicia", ha reclamado en un mensaje en la red social Twitter.

La Misión de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) también ha mostrado su rechazado a "la última atrocidad dirigida contra una institución religiosa y sus fieles" en Afganistán. "Los responsables deben rendir cuentas", ha demandado.

Igualmente, el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, también ha lamentado el atentado a la mezquita y ha expresado sus "condolencias a las víctimas y sus familias", así como ha reivindicado que el "pueblo afgano tiene derecho a vivir y rendir culto en paz y seguridad".

En este sentido, ha incidido en la "amenaza" que supone Estado Islámico en el país centroasiático y ha remarcado la decisión de Washington de "asegurar que ningún grupo, ya sea Al Qaeda o ISKP (...), pueda volver a utilizar suelo afgano como plataforma de lanzamiento de ataques contra Estados Unidos u otros países".

Este atentado tiene lugar una semana después del atentado perpetrado por la filial afgana de Estado Islámico contra otra mezquita chií, esa vez en la localidad de Jan Abad, provincia de Kunduz, que dejó al menos 120 muertos y 150 heridos.