Publicado 14/09/2021 14:01

AMP.- Birmania.- Suu Kyi se presenta ante el tribunal tras la suspensión del juicio en su contra por motivos de salud

Archivo - Manifestantes birmanos con un cartel de Suu Kyi durante las protestas tras el golpe de Estado.
Archivo - Manifestantes birmanos con un cartel de Suu Kyi durante las protestas tras el golpe de Estado. - Thuya Zaw/ZUMA Wire/dpa - Archivo

MADRID, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -

La antigua 'líder de facto' birmana Aung San Suu Kyi ha acudido este martes a una vista judicial un día después de que el juicio en su contra fuera pospuesto debido a su estado de salud.

Tal y como han indicado sus abogados, la audiencia prevista para el lunes fue pospuesta debido a que Suu Kyi dijo encontrarse mareada cuando se aproximaba al juzgado. El proceso se ha reanudado ahora tras ocho semanas de vacaciones estipuladas por la junta militar.

El equipo legal de Suu Kyi ha señalado que se ha reunido, además, con el presidente depuesto del país, Win Mying, antes del inicio de los procedimientos, según informaciones del diario 'The Irrawaddy'.

Los abogados, que han indicado que Suu Kyi se encuentra mucho mejor, han matizado que esta ha podido ver a un médico, mientras que todas las personas con acceso a su vivienda --donde se encuentra bajo arresto-- han sido sometidas a un test de COVID-19.

Este mismo martes, Suu Kyi ha negado haber mantenido conversaciones con la junta militar durante los últimos dos meses. "Nadie ha venido a hablar conmigo", ha asegurado. "Ha habido rumores sobre reuniones, pero nos ha dicho que por ahora es mentira, que nadie se ha reunido con ella", ha dicho su abogado.

El supuesto encuentro habría tenido lugar antes de la celebración del Día de los Mártires de Birmania, que tiene lugar el 19 de julio, e involucraría a su vez al jefe de la junta, el general Min Aung Hlaing.

Suu Kyi se encuentra bajo arresto domiciliario desde el pasado 1 de febrero, cuando tuvo lugar el golpe de Estado en el país. La líder birmana se enfrenta a cargos por violar las restricciones impuestas por el coronavirus y cometer delitos de sedición, entre otros. La junta militar también la ha imputado por corrupción.

Sin embargo, disidentes y seguidores de la política birmana, que ganó el premio Nobel de la Paz en 1991, han insistido en que el Ejército busca silenciarla a largo plazo, por lo que está previsto que se enfrente a duras sentencias que podrían mantenerla en prisión de por vida.