Publicado 18/06/2021 18:00

AMP.- Bolivia.- Áñez reitera que "nunca existió" un golpe de Estado en Bolivia y vuelve a pedir su libertad

Archivo - Toma de posesión de la presidenta autoproclamada de Bolivia, Jeanine Áñez
Archivo - Toma de posesión de la presidenta autoproclamada de Bolivia, Jeanine Áñez - MEAGAN HANCOCK / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO

Amparada por la versión de la Iglesia, pide a España, a la UE y a la ONU que confirmen su versión

Salvatierra niega esta postura y asegura que Áñez fue elegida antes

MADRID, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -

La expresidenta de Bolivia Jeanine Áñez ha reiterado que "nunca existió" un golpe de Estado en el país andino y ha vuelto a pedir a las autoridades "que han pisoteado la Constitución y las leyes" su "inmediata libertad".

Las palabras de Áñez llegan después de que la Iglesia Católica boliviana haya publicado un documento sobre lo ocurrido en el marco de la crisis política de 2019, derivada de las elecciones de octubre. En el documento, de 25 páginas, la Conferencia Episcopal de Bolivia da su versión de los hechos y explica su papel en la toma de poder de Áñez, en aquel momento segunda vicepresidenta del Senado. Según su posición, "se hallaba jurídicamente habilitada" para asumir la presidencia del Senado y después la de Bolivia.

"Finalmente hemos escuchado la palabra de la Iglesia", se ha congratulado Áñez en una carta publicada a través de su cuenta de Twitter, en la que ha explicado el proceso de negociación que las autoridades bolivianas llevaron a cabo entre el 7 de noviembre y el 10 del mismo mes, fecha en la que dimitió el expresidente Evo Morales y varias autoridades más.

Tras varios días de movilizaciones a favor y en contra del exmandatario, "el régimen totalitario de Evo Morales, en estas circunstancias, pidió a la Iglesia católica y las embajadas de España y la Unión Europea convocar una mesa de diálogo para garantizar la paz y tranquilidad de Bolivia", según ha indicado la exmandataria.

Así, se llevaron a cabo "una serie de contactos con diferentes políticos del país para constituir una mesa de diálogo y entendimiento nacional, a pesar de que el gobierno que controlaba los movimientos sociales los instaba a seguir provocando violencia y temor entre los bolivianos".

El 10 de noviembre, además de Morales, dimitieron el vicepresidente, Álvaro García Linera; la presidenta del Senado, Adriana Salvatierra; el primer vicepresidente de la Cámara Alta, Rubén Medinaceli; y el presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, lo que dejaba a Áñez como la única autoridad que no abandonó su cargo.

"El país comenzó a vivir el espantoso clima del vacío de poder, que colocó a nuestra patria al borde de una guerra interna", ha justificado la exmandataria, que ha remarcado que "se desató un desenfreno de la violencia promovida por (el partido de Morales, Movimiento Al Socialismo) el MAS, frente a pacíficas movilizaciones de ciudadanos que exigían democracia.

Según la versión de Áñez, "la Iglesia había consultado si quienes estaban habilitados constitucionalmente para una sucesión presidencial estaban en disposición de hacerlo, según deja claramente establecido en el documento que acaba de publicar", tildado por la exmandataria de "histórico". "Adriana Salvatierra y Susana Riveros se excusaron y, en cambio, plantearon salidas fuera de la Constitución", ha agregado.

"El MAS pidió a la mesa de pacificación nacional ,participó y negoció y finalmente aceptó las únicas salidas que la Constitución permitía, bajo las condiciones en las que se encontraba el país", ha explicado, remarcando que se produjo "un acuerdo" desde "el seno mismo de la Constitución" y en el que el MAS fue "un actor fundamental y decisivo para pacificar el país y poder convocar nuevas elecciones generales".

Por ello, y "en nombre de la decencia y de la necesidad histórica de revelar la verdad", además de para poner "definitivamente punto final a esta patraña del MAS de pretender que el fraude, la incitación a la violencia y las renuncias masivas que tenían como objetivo dejar un país ingobernable se conviertan en un golpe que nunca ha existido", Áñez ha pedido "encarecidamente" a las embajadas de España y Brasil, la Unión Europea y Naciones Unidas que confirmen "la plena veracidad" de lo revelado por la Iglesia.

La exmandataria está en prisión preventiva desde hace 90 días, acusada de sedición, terrorismo y conspiración por su rol en el marco de la crisis postelectoral de 2019.

SALVATIERRA AFIRMA QUE ÁÑEZ FUE ELEGIDA ANTES

Por su parte, Salvatierra ha negado la versión de la Iglesia y ha asegurado que Áñez fue elegida como presidenta "antes" y que nunca le ofrecieron el puesto. "Nunca me dijeron: '¿usted desea ser la presidenta?'", ha revelado en una entrevista con 'La Razón', en la que ha incidido en que, por el contrario, se le preguntaba por su renuncia a la Presidencia del Senado.

Según ha explicado, renunció a su cargo después de hablar con Morales y García Linera al poco tiempo después de la dimisión de estos. "Ellos me transmitieron que las Fuerzas Armadas no aceptaban la sucesión constitucional y decían que incluso Luis Fernando Camacho --uno de los líderes de las protestas contra Morales de 2019-- pedía que renunciaran todos los asambleístas y funcionarios del Órgano Electoral, y dar paso a un gobierno cívico-militar", ha relatado.

"Dijimos que es imposible que se pudiera dar paso a una sucesión constitucional. Con un razonamiento claro: si Morales y García Linera renuncian para que cese la violencia y las Fuerzas Armadas manifiestan que incluso con la sucesión conmigo no va a cesar la violencia, mi participación en la sucesión no era una solución", ha insistido.

En su testimonio ante la Fiscalía por el caso denominado Golpe de Estado en Bolivia el 8 de junio, la propia Áñez reveló que Mesa propuso en las reuniones celebradas durante aquellos días que ni Salvatierra ni nadie del MAS debía asumir la Presidencia de Bolivia.