Publicado 18/10/2020 18:02

AMP.- Bolivia.- El candidato del MAS vota con un llamamiento a la paz social en línea con nuevos mensajes de Evo Morales

El candidato presidencial del MAS, Luis Arce
El candidato presidencial del MAS, Luis Arce - Nestor Alexis Gomez/dpa

MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -

El candidato de Movimiento al Socialismo (MAS) a las elecciones presidenciales de Bolivia, Luis Arce, ha depositado ya su papeleta en los comicios de este domingo acompañando el acto con un llamamiento a la paz social en el país tras meses de crisis política; un mensaje repetido por el dirigente del partido, Evo Morales, desde su hogar en Argentina.

"Esperamos que todo el día de hoy y los siguientes días transcurran de manera pacífica, apostamos a la vía democrática, por la solución democrática", ha declarado Arce tras depositar su papeleta en el colegio Cervantes, del barrio paceño de Miraflores.

"Nosotros no tomamos el poder por la vía armada sino por la vía electoral", ha concluido el candidato.

Prácticamente al mismo tiempo, Morales ha escrito en su cuenta de Twitter que "las elecciones deben ser siempre una fiesta democrática en la que nos reencontremos más allá de las diferencias".

"Es muy importante que todas y todos esperemos con tranquilidad que todos y cada uno de los votos sean contados", ha añadido Morales antes de llamar "a las Fuerzas Armadas y a la Policía Boliviana a que cumplan con fidelidad su importantísimo rol institucional y constitucional".

En cuanto a la suspensión del sistema de conteo rápido por parte del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Arce ha manifestado su "extrañeza" porque "sencillamente eso nos da a entender de que no se ha hecho un trabajo con seriedad y responsabilidad en todo este tiempo".

Arce ha señalado que las autoridades electorales han tenido suficiente tiempo para realzar las pruebas y que el MAS ya había expresado sus reservas frente al sistema porque consideraba que era un retroceso en materia de transparencia.

La votación ha comenzado a las 7.00 hora local (13.00, hora peninsular española) y termina a las 17.00 horas (23.00, hora española), una hora más tarde de lo habitual en el país andino. Son 7,3 millones los bolivianos convocados a las urnas.

Las elecciones están llamadas a pasar página a la crisis abierta a raíz de los comicios de hace un año que terminaron por forzar la salida de Morales del poder. No obstante, en un país claramente polarizado, todo parece apuntar a que habrá que esperar a la segunda vuelta del 15 de noviembre para conocer quién será el encargado de tomar las riendas.

Como ocurrió en las elecciones del 20 de octubre de 2019, el rival a batir es el MAS pero por primera vez desde diciembre de 2005 su cabeza de lista no será Morales, sino el que fuera durante años su ministro de Economía, Arce. Frente a él, al igual que hace un año, el candidato con más opciones es el expresidente Carlos Mesa, que concurre por Comunidad Ciudadana (CC).

Los sondeos han venido situando a Arce a la cabeza, pero para imponerse en primera vuelta necesitaría recabar más del 50 por ciento de los votos o el 40 por ciento, con diez puntos de ventaja sobre Mesa, algo que parece improbable a tenor de las encuestas.

La última publicada por 'Página Siete' el pasado domingo --último día permitido conforme a la legislación boliviana-- situaba a ambos en un empate técnico, con un 27,2 por ciento para el expresidente, cinco puntos más que hace un mes, y un 27,1 por ciento para Arce, dos puntos menos. El tercero en la contienda es el derechista y candidato de Creemos, Luis Fernando Camacho, que obtendría el 14 por ciento, seis puntos más.

Sin embargo, un elemento clave que podría terminar inclinando la balanza es el número de indecisos. Según dicho sondeo, el 19,8 por ciento aún no tenía decidido por quién iba a votar, mientras que el 7,4 por ciento aseguró que optará por no votar a ninguno de los candidatos, votar en blanco o nulo.

Este elevado porcentaje de indecisos ha llevado a Arce a sostener que hay un "voto oculto", incluidos empresarios y clase media, que el domingo depositará la papeleta del MAS en las urnas pero que prefiere no reconocerlo de forma pública. Su argumento es que la vuelta del partido de Morales al poder permitirá consolidar los avances económicos registrados por el país en los últimos 14 años, de los que precisamente Arce fue uno de los principales artífices.