MADRID, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Exteriores de Bulgaria ha declarado este jueves persona 'non grata' a otro diplomático de Rusia y ha solicitado a la Justicia rusa que colabore en la investigación que está llevando a cabo la Fiscalía búlgara sobre seis ciudadanos rusos.
La ministra de Exteriores de Bulgaria, Ekaterina Zaharieva, ha anunciado esta decisión después de reunirse con el embajador ruso, que fue convocado horas después de que la Fiscalía de Bulgaria hiciese público que estaba investigando a ciudadanos rusos por su supuesta implicación en varias explosiones en fábricas y almacenes de municiones en el país durante la última década.
En un comunicado, Bulgaria ha mostrado su deseo de "mantener relaciones equitativas y mutuamente beneficiosas con Rusia" y ha insistido "en la asistencia activa y efectiva de la parte rusa para aclarar las circunstancias que rodearon los incidentes en nuestro territorio". "Somos socios y aliados en la UE y en la OTAN, pero esto no significa que tengamos propietarios", ha dicho Zaharieva.
Por su parte, Rusia ha respondido con contundencia a la nueva declaración y ha avisado de que tomará medidas. En este sentido, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha tildado la decisión de Sofía de "inaceptable y provocativa".
"Rusia tiene las medidas de respuesta, ya reaccionó y seguirá reaccionando", ha dicho Peskov, según ha recogido la agencia rusa de noticias Sputnik, al tiempo que ha aludido en esta misma línea a República Checa por sus recientes decisiones y acusaciones contra Moscú.
Horas después, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajarova, ha declarado que Rusia está dispuesta a ayudar a Bulgaria a investigar sobre las explosiones.
"Si las autoridades competentes de Rusia reciben una solicitud correspondiente, la examinarán conforme al procedimiento establecido, según los acuerdos vigentes al respecto", ha dicho Zajarova.
Las acusaciones de Bulgaria se suman a las de Republica Checa, que responsabilizó a Rusia de la explosión en un arsenal del Ejército en Vrbetice, lo que derivó en una expulsión de diplomáticos rusos que trabajaban en el país. Asimismo, los países bálticos, Eslovaquia y la Unión Europea han mostrado su solidaridad con las medidas tomadas por Praga.