Publicado 30/12/2020 21:13

AMP.- C.Marfil.- El primer ministro destaca el "gran consenso" en el diálogo nacional sobre las legislativas de marzo

Liberan al opositor Pascal Affi N'Guessan tras casi dos meses de detención

MADRID, 30 Dic. (EUROPA PRESS) -

El primer ministro de Costa de Marfil, Hamed Bakayoko, ha aplaudido el anuncio sobre la organización de elecciones legislativas en marzo de 2021 y ha apuntado a la existencia de un "gran consenso" durante el proceso de diálogo nacional sobre este punto, en medio de la crisis provocada por las presidenciales dle 31 de octubre.

Bakayoko, quien ha reconocido "puntos de preocupación" durante las conversaciones, ha destacado que "se ha obtenido un gran consenso sobre las recomendaciones para la celebración de legislativas en marzo de 2021 y mantener el diálogo sobre asuntos relacionados", según ha informado el diario marfileño 'Fraternité Matin'.

Asimismo, ha vuelto a pedir a los partidos opositores y organizaciones de la sociedad civil que participan en este proceso que se mantengan activos en el diálogo para que fructifique, al tiempo que ha reiterado el compromiso del Gobierno a la hora de rebajar las tensiones políticas en el país africano.

Las palabras de Bakayoko han llegado después de que la comisión electoral marfileña desvelara el martes que las legislativas se celebrarán el 6 de marzo. Las candidaturas podrán ser presentadas entre el 4 y el 20 de enero, ambos días incluidos, de cara a las elecciones.

PASCAL AFFI N'GUESSAN, EN LIBERTAD

A lo largo de la jornada, el líder opositor marfileño Pascal Affi N'Guessan ha sido puesto en libertad tras casi dos meses de detención en el marco de un proceso abierto en su contra en relación con las presidenciales del pasado 31 de octubre.

Tras permanecer detenido en un lugar secreto por razones de seguridad, las autoridades marfileñas han confirmado este miércoles que podrá regresar a casa, si bien permanecerá bajo control judicial, según informaciones de la emisora RFI.

Affi N'Guessan fue arrestado el 9 de noviembre sobre las 22.00 en la zona de Azaguie mientras se dirigía a la vecina Ghana. Su asesora, Genevive Gotzinger, aseguró entonces que el líder opositor tenía intención de dirigirse en realidad a Bongouanou, su ciudad natal.

El opositor preside el Frente Popular Marfileño (FPI) del expresidente Laurent Gbagbo y en el momento de su imputación ejercía como portavoz opositor y responsable del anuncio de la creación de un Consejo de Transición Nacional, encabezado por el expresidente Henri Konan Bédié, considerado por las autoridades marfileñas como una administración paralela ilegal.

Sin embargo, tal y como ha señalado un juez de instrucción, seguirá estando bajo control judicial dado que existe una treintena de cargos en su contra. Tras conocer la decisión ha agradecido a través de su cuenta de Twitter "a todos los demócratas que se movilizaron" por su liberación, "por la causa de la democracia" en Costa de Marfil. "¡Me alegra veros de nuevo!", ha dicho.

PROCESO DE DIÁLOGO

En el proceso de diálogo abierto tras la crisis provocada por la decisión del presidente, Alassane Ouattara, de presentarse a un tercer mandato participan los dos principales partidos opositores, el FPI y el Partido Democrático de Costa de Marfil (PDCI) del exmandatario Henri Konan Bédié.

Ouattara prometió durante la jura de su cargo "reforzar" la "reconciliación", antes de tender la mano a la oposición para rebajar las tensiones. Posteriormente, nombró como ministro para la Reconciliación Nacional al excandidato a la Presidencia Kouadio Konan Bertin, el único de los tres candidatos opositores que no boicotearon las elecciones.

En este sentido, el FPI anunció la semana pasada su decisión de participar en las legislativas, tras mantener un boicot a las votaciones en el país desde la derrota sufrida en 2010 por Gbagbo frente a Ouattara, que desencadenó una guerra civil ante su negativa de reconocer los resultados.

Las tensiones han provocado que parte de la población marfileña tema que otra polémica electoral pueda conducir a una nueva oleada de violencia como la que sacudió el país entre 2010 y 2011, cuando Gbagbo se negó a reconocer la victoria de Ouattara en las urnas.