MADRID, 20 Ago. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Nueva Zelanda han ampliado las medidas de confinamiento domiciliario en todo el país hasta el próximo martes, después de que se haya confirmado que el brote de COVID-19 detectado inicialmente en Auckland se ha extendido a Wellington, la capital.
Desde que saltasen el martes todas las alarmas con la detección del primer caso comunitario en casi seis meses, las autoridades han confirmado hasta este viernes más de una treintena de positivo y han marcado 140 lugares como posibles escenarios de contagio.
Inicialmente, el Gobierno de Jacinda Ardern respondió con un confinamiento nacional de tres días que, en el caso de Auckland, iba a ser de siete. Sin embargo, finalmente todo el país deberá permanecer en sus casas al menos hasta el martes y, en el caso de Auckland, los movimientos no esenciales estarán limitados hasta finales de agosto, según el 'New Zealand Herald'.
Ardern ha argumentado que es demasiado pronto para decir qué papel tendrá el nuevo brote a largo plazo en Auckland: "Es demasiado pronto para sacar conclusiones razonables". "Todavía tenemos que estar muy atentos (...) Estamos esperando la devolución de una gran cantidad de pruebas que nos ayudarán a conocer el alcance de este brote", ha detallado, después de una reunión en la que se decidió extender el bloqueo.
Los tres casos confirmados ya en Wellington corresponden a personas que habían estado en Auckland el fin de semana y habían regresado antes del confinamiento. Dos de los enfermos permanecieron en una vivienda y regresaron en coche a la capital, mientras que del tercero solo ha trascendido que volvió en avión.