MADRID, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asegurado que ha dado orden a la Armada de "destruir" los barcos iraníes que "acosen" a buques norteamericanos, después de que las Fuerzas Armadas alertasen la semana pasada de movimientos "peligrosos" por parte de la Guardia Revolucionaria de Irán.
La Armada estadounidense denunció que varios de sus buques habían sufrido repetidamente aproximaciones "peligrosas y de hostigamiento" en el Golfo Pérsico, si bien la Guardia Revolucionaria tildó la versión de Washington de "película de Hollywood".
Trump ha entrado de lleno en el cruce de reproches con un mensaje en Twitter. "He dado orden a la Armada de Estados Unidos de que derribe y destruya cualquier cañonero iraní si acosan a nuestros barcos", ha sentenciado el inquilino de la Casa Blanca como única frase.
En respuesta, Abolfazl Shekarchi, uno de los portavoces de las Fuerzas Armadas iraníes, ha resaltado que "Estados Unidos, en lugar de acosar a otros, debería centrarse en esforzarse en salvar a los miembros de sus fuerzas infectados con coronavirus".
"Si Estados Unidos tiene muchos suministros y capacidades, que salve del coronavirus a sus fuerzas en la región y las saque de aquí", ha indicado Shekarchi, en declaraciones concedidas a la agencia iraní de noticias ISNA.
En este sentido, ha resaltado que "Estados Unidos es el país más afectado por el coronavirus y sus gobernantes deben centrarse en salvarse a sí mismos y solucionar este asunto".
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, ha incidido en que Trump "ha sido muy claro" con los departamentos de Defensa y Estado para "hacer todo lo necesario para garantizar que se protege y defiende a todos los oficiales militares y diplomáticos (estadounidenses) en todo el mundo".
"Lo que ha dicho esta mañana y lo que sé que nos ha dicho a todos es que tomemos todas las acciones necesarias para garantizar que se puede defender y mantener seguros a todos los estadounidenses", ha apuntado.
Estados Unidos incrementó su presencia en el golfo Pérsico a raíz de la creación en noviembre de una coalición naval tras varios ataques contra petroleros en la región. Después del último incidente, el Gobierno iraní ha reclamado de nuevo la retirada de los efectivos norteamericanos en la zona.