Publicado 01/07/2021 12:27

AMP.- Etiopía.- Abiy dice que el alto el fuego y repliegue en Tigray busca proteger a Etiopía de "amenazas externas"

Archivo - Abiy Ahmed, primer ministro etíope
Archivo - Abiy Ahmed, primer ministro etíope - Benedikt von Loebell/World Econo / DPA - Archivo

World Vision destaca que 5,2 millones de personas necesitan ayuda humanitaria en la región

MADRID, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -

El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, ha minimizado la importancia de la toma de la capital de Tigray, Mekelle, por parte del Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) y ha destacado que la decisión de replegarse y declarar un alto el fuego unilateral busca proteger al país de "amenazas externas".

"Hemos completado la retirada de armamento y otras propiedades militares de la región tras la reciente operación. Ahora estamos en buena posición para prepararnos para proteger la soberanía de la nación de cualquier amenaza externa", ha sostenido Abiy.

El TPLF aseguró el lunes haber tomado Mekelle, tras lo que las autoridades etíopes anunciaron la entrada en vigor de un alto el fuego unilateral, después de varios días de informaciones sobre avances de las Fuerzas de Defensa de Tigray (TDF), integradas por milicianos del TPLF en el contexto de la guerra, en la región.

Abiy ha argüido que el principal objetivo de la ofensiva lanzada en noviembre de 2020 en la región era "neutralizar" a la "junta" del TPLF, recuperar armamento y "liberar" al Ejército del TPLF, que días antes había lanzado un ataque contra la principal base militar en Mekelle.

En este sentido, ha reconocido que la ofensiva estuvo más coordinada en su primera fase y que una vez se anunció el fin de las operaciones ofensivas, el Ejército hizo frente a una guerra de guerrillas por parte de elementos vinculados al TPLF, según ha informado la cadena de televisión etíope Fana.

El primer ministro ha denunciado que el Ejército fue "apuñalado por la espalda" por "insurgentes que parecían civiles con Kalashnikovs y machetes" y que "los insurgentes abrían fuego tras pedir ayuda después de hacerse pasar por civiles", al tiempo que ha acusado a "civiles armados" de la muerte de numerosos militares.

Abiy ha explicado que la declaración de alto el fuego tiene también como objetivo "evitar la amenaza de una venganza", ante la posibilidad de que los militares desplegados en la zona actuaran contra la población civil en respuesta a este tipo de ataques por parte de insurgentes.

En esta línea, el primer ministro etíope ha recalcado que hay pruebas sobre clérigos que portaron armas y que incitaron a las comunidades locales a alzarse contra el Ejército, así como del enterramiento de armamento en iglesias durante falsas ceremonias funerarias.

Asimismo, ha destacado las inversiones del Gobierno para reparar infraestructuras y mejorar las condiciones de vida de la población y ha criticado que "nadie felicitara" a Adís Abeba por ello. "Lo único que ha recibido el Gobierno son acusaciones infundadas de parte de la gente de la región y fuerzas externas".

"La retirada del Ejército y la decisión del alto el fuego unilateral da una oportunidad a la comunidad para ver las diferencias entre el Ejército y la junta y decidir qué hace después", ha argüido. "Tenemos otros asuntos prioritarios en otras partes del país. Así, ahorramos dinero, fuerza de trabajo y armas para este propósito", ha zanjado.

Las palabras de Abiy van en la línea de las pronunciadas por Bacha Debele, un oficial del Ejército que compareció el miércoles en rueda de prensa, en la que sostuvo que las TDF no suponen una "amenaza" y que el repliegue tiene lugar para hacer frente a otra amenaza", en medio del aumento de las tensiones con Sudán.

Las autoridades etíopes habían evitado hasta ahora pronunciarse sobre la toma de Mekelle y habían rechazado las informaciones sobre los avances del grupo en la región de Tigray durante los últimos días, que incluyen su entrada en la estratégica ciudad de Shire.

El Ejército negó además la semana pasada estar detrás de un bombardeo contra un mercado en la localidad de Togoga que habría dejado decenas de víctimas mortales y aseguró que el objetivo eran miembros del TPLF, al que Adís Abeba ha declarado como un grupo terrorista.

MÁS DE CINCO MILLONES DE PERSONAS NECESITAN AYUDA

En este contexto, la organización no gubernamental World Vision ha destacado que 5,2 millones de personas necesitan ayuda humanitaria inmediata debido a la amenaza de la hambruna tras meses de conflicto y sequía.

La ONG, que ha aplaudido el anuncio de alto el fuego por parte de Adís Abeba, ha pedido a todas las partes en conflicto que promuevan la paz y faciliten el acceso a las organizaciones humanitarias a Tigray para poder entregar esta ayuda.

El TPLF tildó el miércoles de "broma" el alto el fuego unilateral y recalcó que no podrá fin a los combates hasta recuperar el control de toda la región, al tiempo que amenazó con avanzar hacia la capital de Eritrea, Asmara, "si es necesario".

"El personal está actualmente evaluando la situación sobre el terreno en Tigray", ha indicado la directora en funciones de World Vision Etiopía, Karmen Trajkov Till. "Están ansiosos por volver a trabajar entregando ayuda y asistencia vital a una región donde los niños y niñas están muy necesitados", ha añadido.

Así, ha resaltado que el alto el fuego "ofrece la oportunidad de ampliar el acceso humanitario dentro de la región y recuperar rápidamente la entrega de asistencia, si se puede mantener la paz". "Pedimos a todas las partes que respeten el Derecho Humanitario, el acceso humanitario sin restricciones y la protección de los civiles", ha recalcado.

En este sentido, ha hecho hincapié en la necesidad de entregar ayuda a la población, dado que se prevé que más de 400.000 personas hagan frente a una situación catastrófica a causa del hambre en Etiopía entre los meses de julio y septiembre, con 1,8 millones de personas viviendo al borde de la inanición, la mayoría de ellas en Tigray.

La directora de la ONG en el país africano ha lamentado que las comunicaciones con el personal "se ven obstaculizadas por las deficientes telecomunicaciones", si bien ha incidido en que todos ellos están "a salvo y ansiosos por reanudar su trabajo".

Por su parte, el presidente y director ejecutivo de World Vision International, Andrew Morley, ha reseñado que es necesario entregar esta ayuda "con urgencia" con el objetivo de "salvar las vidas de los niños y sus familias en Tigray". "Sólo podemos hacer esto si la paz está asegurada", ha argüido.

"Esto tiene que suceder sin demora, por el bien de las familias que han sido empujadas al borde de la supervivencia debido a esta histórica crisis de hambre. Se debe permitir que World Vision y otras ONG vuelvan a la tarea de apoyar a quienes más lo necesitan, sin verse obstaculizados por preocupaciones de seguridad", ha zanjado.

La ofensiva contra el TPLF arrancó en noviembre de 2020 tras el citado ataque contra la base militar y después de un drástico repunte de las tensiones entre la formación y el Gobierno central. El conflicto ha provocado una grave crisis humanitaria, en medio de denuncias sobre abusos cometidos por las fuerzas gubernamentales y eritreas en sus operaciones.