Publicado 28/02/2020 20:20

AMP.- Europa.- Unos 300 migrantes se dirigen a la frontera con Grecia tras saber que Turquía no impedirá que crucen

MADRID, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -

Un grupo de unos 300 migrantes están dirigiéndose a pie hacia el noroeste de Turquía para llegar hasta la frontera con Grecia tras conocer el anuncio del Gobierno de Ankara de que no seguirá impidiendo que los refugiados sirios crucen hacia Europa, según ha informado la agencia de noticias turca DHA.

El grupo de migrantes y refugiados, que incluye mujeres y niños, comenzó su viaje hacia la provincia turca de Edirne en la medianoche del jueves al viernes. El grupo está integrado por ciudadanos sirios, iraníes e iraquíes, entre otras nacionalidades.

El viaje de este grupo de 300 migrantes ha comenzado después de que las fuerzas de seguridad turcas anunciaran que no intervendrán para impedir que los inmigrantes, incluidos los de Siria, Afganistán e Irán, crucen la frontera hacia Grecia.

Según el diario turco 'Daily Sabah', la Policía, la Guardia Costera y los agentes de seguridad fronteriza han recibido órdenes de las autoridades para no intervenir.

En este sentido, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha dicho que está "monitorizando las informaciones sobre un aumento del movimiento de migrantes en Turquía y sopesando sus crecientes necesidades humanitarias".

Así, ha confirmado que su personal en Edirne han informado acerca de la llegada de grupos de migrantes que se dirigen hacia los pasos fronterizos en esta provincia y en la es Esmirna.

"El viaje a Europa supone unos riesgos de seguridad significativos para los migrantes y sus familias, que a menudo son víctimas de traficantes, condiciones climáticas adversas y la falta de acceso a comida y agua", ha dicho el jefe de la misión de la OIM en Turquía, Lado Gvilava.

En este sentido, el organismo internacional ha detallado que sus equipos móviles de respuesta en las citadas provincias están entregando mantas térmicas, comida, agua y ayuda humanitaria a las personas vulnerables.

Por su parte, las autoridades griegas y búlgaras han ordenado el refuerzo la protección fronteriza ante la posible llegada de migrantes y refugiados desde Turquía por la creciente escalada de tensiones en el noroeste de Siria.

"MONEDA DE CAMBIO"

El subdirector de Investigación de Amnistía Internacional, Massimo Moratti, ha destacado que "lo que se está viendo ahora en las fronteras marítimas y terrestres de Turquía con la UE es que las personas que buscan asilo son usadas nuevamente como moneda de cambio en un juego político mortal".

Moratti, que ha señalado que esto "es una consecuencia predecible del acuerdo entre la UE y Turquía", ha subrayado que "los estados miembro de la UE tienen que hacer mucho más para compartir la responsabilidad de los solicitantes de asilo que llegan a Turquía, tanto con apoyo financiero como garantizando vías seguras a Europa".

"Grecia y Bulgaria deben garantizar un acceso a su territorio a las personas que buscan protección y los guardias fronterizos deben evitar un uso excesivo de la fuerza contra los que se han reunido en la frontera", ha manifestado.

Así, ha hecho hincapié en que se debe permitir a estas personas "entrar a través de cruces fronterizos oficiales, independientemente de si tienen documentos de viaje válidos".

"Los países con fronteras externas con la UE deben mantener abiertos a los refugiados un número de pasos fronterizos suficientes, seguros y ubicados de forma apropiada", ha explicado Moratti.

De esta forma, "la Comisión Europea debe además coordinar urgentemente cualquier apoyo que sea necesario para Grecia y Bulgaria para garantizar que los solicitantes de asilo tienen acceso a unos procesos de recepción y asilo adecuados". "Los estados miembro de la UE deben asumir su partes justa de la carga de responsabilidad", ha remachado.

El Gobierno de Turquía ha advertido en varias ocasiones a Europa de que no tendrá capacidad para gestionar otra ola de refugiados porque ya alberga en su territorio 3,7 millones de migrantes y refugiados y la situación se ha complicado con la ofensiva del régimen sirio en el noroeste de Siria, que ha vuelto a aumentar el flujo de desplazados y ha empeorado la situación humanitaria en la región de Idlib.