MADRID, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
Miles de guatemaltecos han vuelto a tomar las calles este sábado para pedir la dimisión del presidente del país, Alejandro Giammattei, junto al resto de diputados y la creación de una Asamblea Nacional Constituyente.
De forma paralela, los manifestantes han demandado la destitución del ministro de Gobernación guatemalteco, Gendry Reyes, por la represión de la movilización del pasado sábado, que se saldó con varios heridos y más de 40 detenidos.
Si las protestas de la semana pasada estuvieron marcadas por el incendio del Parlamento, en esta ocasión un grupo de encapuchados ha quemado un autobús cerca de la Plaza de la Constitución. El vehículo ha sido apagado por los bomberos sin provocar daños mayores.
Asimismo, según medios locales, pese a que la convocatoria era pacífica, algunas personas, tildadas de "infiltrados" por los manifestantes, han tirado botellas y piedras contra la Policía, que ha respondido con gases lacrimógenos. Hay detenidos y heridos, pero ni la prensa ni fuentes oficiales han precisado números.
En este sentido, varios periodistas de Guatevisión han sido intimidados por un grupo de encapuchados frente a la Casa Presidencial, según ha informado el diario local 'Prensa Libre'.
El citado medio ha detallado que los periodistas recogían imágenes de las acciones violentas registradas frente a la residencia presidencial cuando una multitud les increpó, lo que hizo que los profesionales retrocedieran para evitar una eventual agresión.
Otro grupo de fotoperiodistas y un integrante del equipo de prensa de la Federación Guatemalteca de Escuelas Radiofónicas (FGER) también ha sido agredidos. En total, se tiene constancia de cinco periodistas agredidos durante la jornada.
El magistrado de conciencia de Guatemala, Jordán Rodas, ha asegurado que es necesario que el país implemente protocolos de seguridad para los periodistas y ha calificado de "lamentable" el acoso a los profesionales.
Las protestas empezaron la semana pasada por el rechazo social a un proyecto de presupuestos aprobado por el Congreso. Sin embargo, pese a que este proyecto fue retirado el lunes, el descontento hacia la clase política ha motivado a los ciudadanos a salir de nuevo en varios puntos del país para protestar contra la clase política.