Publicado 27/01/2022 21:00

AMP.- Honduras.- Castro asume el mando de Honduras adelantando que no podrán pagar la deuda heredada de la "dictadura"

Archivo - Xiomara Castro
Archivo - Xiomara Castro - Délmer Membreño/dpa - Archivo

La primera presidenta de Honduras promete poner los presupuestos del Estado al servicio de la salud, la educación y la seguridad

MADRID, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -

Xiomara Castro ha tomado este jueves posesión de la Presidencia de Honduras ante un abarrotado Estadio Nacional de Tegucigalpa, desde donde ha adelantado que "el Estado no tiene capacidad de sostener la estruendosa y bochornosa deuda", heredada de "doce años de dictadura" que les ha hecho el país "más pobre" de Latinoamérica.

"La Presidencia de la república nunca ha sido asumida por una mujer en Honduras, han tenido que pasar 200 años desde que se proclamó nuestra independencia, estamos rompiendo cadenas y tradiciones, este hecho histórico solo pudo surgir de la voluntad mayoritaria del pueblo, gracias pueblo hondureño, gracias por ese honor y confianza", ha manifestado Castro entre los aplausos de los asistentes.

"La gente tiene que saber qué hicieron con el dinero y dónde están los veinte millones de dólares que sacaron en préstamos, mi Gobierno no continuará con la vorágine de saqueo que ha condenado a los jóvenes a pagar una deuda que contrajeron a sus espaldas, hay que arrancar la corrupción de los doce años de dictadura", ha enfatizado la presidenta de Honduras.

"La catástrofe económica que recibo no tiene parangón en la historia del país (...). La pobreza se incrementó al 74 por ciento hasta convertirnos en el país más pobre de América Latina", ha señalado Castro para quien esta cifra explica la caravana de "miles de personas de todas las edades" que huyen a México y Estados Unidos para buscar "una forma de subsistir sin importar el riesgo para sus vidas".

Castro ha explicado también que las condiciones de la deuda heredada por el anterior Gobierno de Juan Orlando Hernández ha hecho "casi imposible" hacer frente a ella, por lo que ha demandado una reestructuración de la misma a los acreedores.

Ha prometido la "refundación del estado socialista y democrático" y tras recordar cómo el pasado gobierno puso "en entredicho la soberanía nacional, vendiendo el territorio como cualquier otra mercancía", ha anunciado la presentación de una ley para derogar la polémica Ley ZEDE, con la que ciertas zonas quedaban sujetas a un régimen administrativo especial, donde los inversores son quienes deciden en asuntos de naturaleza jurídica, de seguridad y de fiscalidad.

PRESUPUESTO AL SERVICIO DEL PUEBLO

Castro ha señalado que la inversión presupuestaria durante su mandato tendrá cuatro destinos de "suprema prioridad", como son la educación, la salud, el empleo, la seguridad, en este caso "no solo jurídica sino ciudadana y social".

"Seguridad de que se puede hablar con libertad y sin represalias. El disenso racional es admitido", ha dicho Castro, quien también ha prometido luchar contra el asesinato y la violencia contra las mujeres, así como contra el crimen organizado y el narcotráfico.

La presidenta hondureña también ha prometido energía eléctrica gratis para más de un millón de familias que viven en extrema pobreza y que consumen menos de 150 kilovatios, un coste al Estado que "deberá" ser sufragado por "los altos consumidores" del país.

A su vez, ha adelantado que enviará un proyecto de ley al Congreso para crear un subsidio a los combustibles y reducir el precio de los actuales; así como la creación de un mecanismo legal para disminuir los intereses bancarios para la producción, y la vuelta a las escuelas de los más pequeños, con matriculación gratuita, merienda escolar y vacunas.

Castro también ha señalado que su Gobierno trabajará de manera conjunta con las Fuerzas Armadas para asegurar la protección del medioambiente y que no permitirán que se otorgue más concesiones mineras ni de explotación de los recursos naturales.

Por último, también ha exigido la libertad para los "presos políticos" de Guapinol, una treintena de personas detenidas desde agosto de 2019 por luchar por el derecho al acceso al agua; así como justicia para Berta Cáceres, líder indígena y activista del medioambiente asesinada en 2016.

Antes de su discurso, Castro ha buscado primero la bendición de la patrona de Honduras, la Virgen de Suyapa, en una eucaristía en la que, entre otros, ha estado acompañada por su esposo, el expresidente Manuel Zelaya, y el que será su vicepresidente, Salvador Nasralla.

Después se ha dado un baño de multitudes en una comitiva que le ha llevado hasta el Estadio Nacional, donde tras ser investida por la magistrada Karla Romero y el recién designado presidente del Congreso, Luis Redondo, ha recibido la banda presidencial de manos de su esposo Manuel Zelaya, informa el diario 'La Prensa'.

Entre los presentes ha estado la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, muy aplaudida por la multitud que ha asistido a la toma de posesión, y quien mantendrá un reunión Castro en el que se "profundizará" en diversos asuntos de interés bilateral.

La llegada de Castro supone también un respiro para la Casa Blanca, que hasta ahora tenía como uno de sus principales socios en la región al expresidente Juan Orlando Hernández, salpicado por numerosas sospechas de corrupción y narcotráfico, por las que podría ser reclamado por las autoridades estadounidenses.

La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner; la expresidenta de Brasil Dilma Rousseff; un también muy aplaudido rey de España, Felipe VI; y el ministro de Exteriores, José Manuel Albares; el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado; así como las delegaciones de otro medio centenar de países, como Perú, Panamá, Taiwán, Cuba, Paraguay, Hungría, Ecuador, han hecho acto de presencia en la toma de poder histórica de la primera presidenta de Honduras.

La lucha contra el narcotráfico, la pobreza y la corrupción, son los principales retos que tendrá por delante la presidenta Castro, quien hace unos días ya se topó con las trabas impuestas por un grupo díscolo de diputados oficialistas que boicotearon la designación de Luis Redondo como presidente del Congreso, tal y como acordó en campaña con el Partido Salvador de Honduras de Salvador Nasralla.