MADRID, 18 Dic. (EUROPA PRESS) -
Al menos ocho policías iraquíes han muerto este domingo en un posible atentado de la organización yihadista Estado Islámico en el sur de la provincia de Kirkuk, respondido posteriormente por una operación de seguridad que se ha saldado, de momento, con un presunto miliciano abatido.
Los ocho miembros de la Policía Federal iraquí recibieron el impacto de una bomba de fabricación casera colocada por presuntos yihadistas en la localidad de Safra, según han informado las fuerzas de seguridad de la cercana localidad de Hawiya a la agencia kurdoiraquí Rudaw.
La bomba hizo explosión al paso de su convoy por esta provincia del norte del país, escenario de algunos de los atentados más letales de las células yihadistas que siguen diseminadas por Irak tras su derrota territorial en diciembre de 2017.
Otros dos agentes de Policía se encuentran heridos y su estado es crítico. Fuentes de la cadena kurdairaquí Kurdistán24 elevan a nueve los fallecidos, pero todavía no hay confirmación oficial de este balance.
Al poco de comenzar la operación de búsqueda, las fuerzas de seguridad localizaron a una parte de los atacantes y lograron matar a uno de sus miembros, según fuentes de seguridad a Shafaq News.
El operativo está en marcha para localizar y aprehender al resto de los integrantes del grupo, según la misma fuente.