Publicado 09/10/2020 13:44

AMP.- Kirguistán.- El presidente de Kirguistán declara el estado de emergencia en la capital del país

La medida de excepción llega después de que el mandatario dijera que está dispuesto a dimitir

MADRID, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Kirguistán, Sooronbai Jeenbekov, ha firmado este viernes un decreto por el que impone el estado de emergencia en la capital del país, Biskek, en medio de la grave crisis política derivada de las elecciones legislativas del domingo y horas después de que el mandatario afirmara que está dispuesto a dimitir cuando se nombre a los nuevos dirigentes.

El decreto aprobado por el presidente del país establece que el estado de emergencia estará vigente en Biskek desde las 20.00 horas de este viernes hasta las 8.00 horas del 21 de octubre, según ha informado la Presidencia kirguís.

El decreto presidencial justifica la imposición del estado de emergencia por la situación que vive el país ante la posibilidad de que los "disturbios masivos" que se suceden desde los comicios supongan una "amenaza" para las vidas de los ciudadanos, según informa la agencia de noticias kirguís Kabar.

El objetivo de la medida de excepción, según la Presidencia kirguís, es garantizar la protección de todos los ciudadanos y "mantener el orden para estabilizar rápidamente la situación sociopolítica" en Biskek. Durante el estado de emergencia, el viceministro del Interior, Orozaliev Almazbek Kidirmaevich, será el responsable máximo en Biskek.

El estado de emergencia aprobado este viernes incluye la introducción de un toque de queda, un régimen especial para autorizar la entrada y salida de ciudadanos de la capital, la prohibición de abandonar su domicilio para todos los ciudaanos durante la vigencia de la medida de la excepción y el despliegue de las fuerzas de seguridad en "instalaciones estratégica" para garantizar el orden público.

El estado de emergencia también supone la prohibición de la celebración de "actos masivos", ya sean manifestaciones, reuniones o eventos culturales y deportivos y la expulsión de las personas que alteren el orden público y que no sean "residentes" de Biskek, "incluidos los ciudadanos extranjeros.

Asimismo, contempla el "control de los medios" de comunicación en el caso de que puedan ser utilizados "para empeorar la actual situación del territorio", la introducción de "reglas especiales" para las comunicaciones, y la "restricción de movimientos de vehículos nacionales y extranjeros, salvo los que sean de servicios diplomáticos.

Horas antes de decretar el estado de emergencia, el presidente de Kirguistán ha asegurado que está dispuesto a dejar su cargo cuando se nombre al nuevo gobierno y "el país tome el camino de la legalidad", allanando previsiblemente así el camino a una salida de la crisis provocada por las recientes elecciones parlamentarias, que fueron anuladas.

"Necesitamos devolver la situación actual al orden legal lo antes posible. Una vez que se nombren los jefes legítimos de los órganos ejecutivos y el país regrese al orden jurídico, estaré listo para dejar el cargo de presidente de la República de Kirguistán", ha asegurado Jeenbekov en un mensaje publicado por la Presidencia.

Tras considerar que la situación política en el país ha alcanzado "su punto crítico", ha defendido que "deberían convocarse nuevas elecciones parlamentarias", después de la anulación de las celebradas el 4 de octubre, algo que ha precisado que corresponde a la Comisión Electoral. "Estas medidas permitirán rebajar la actual tensión política", ha valorado.

Además, ha añadido Jeebekov, "es necesario cesar al primer ministro y a los miembros del Gobierno que trabajaban antes de esta crisis" lo cual permitirá "nuevos nombramientos". En este sentido, el presidente ha firmado posteriormente el decreto por el que acepta la dimisión del primer ministro, Kubatbek Boronov, lo cual supone la disolución del Ejecutivo.

"Pretendo legitimar los cambios de personal en curso", ha asegurado el mandatario, defendiendo que "ningún cargo está por encima de la integridad del Estado, la unidad del pueblo y de la paz de la sociedad para mí". Además, ha hecho un llamamiento a todas las fuerzas políticas a "mantener la paz y la tranquilidad en el país", así como a dirigir sus esfuerzos a "no dividir al pueblo y la sociedad".

Tras celebrar unas elecciones legislativas el pasado domingo, las protestas comenzaron en Kirguistán el lunes después de que solo cuatro partidos consiguieran representación parlamentaria, con manifestantes ocupando la sede del Parlamento y la Presidencia.

Durante la jornada del martes, la Comisión Electoral anuló las elecciones mientras que el primer ministro y el presidente del Parlamento presentaron su dimisión. Según el Ministerio de Salud kirguís, al menos una persona ha muerto desde que iniciaran los enfrentamientos y más de 1.000 manifestantes han resultado heridos en los altercados.

DESIGNACIÓN DEL PRIMER MINISTRO

El principal debate en el país está ahora por el cargo de primer ministro. El martes, un grupo de parlamentarios se reunió en un hotel de Bishkek y designó como primer ministro a Sadir Japarov, un antiguo diputado condenado por secuestro y liberado por los manifestantes.

Este viernes, el Tribunal Supremo ha aclarado que el opositor no ha sido absuelto aún de los cargos que pesaban en su contra aunque sí se va a proceder a revisar el caso, informa el portal 24.kg. Japarov fue condenado a once años y medio de cárcel por organizar una protesta en Karakol en 2013 y el secuetro del gobernador regional.

Sin embargo, su nombramiento no es del agrado de todos los partidos ni tampoco de quienes se han estado manifestando para pedir que se 'sanee' a la clase política en el país.

Así las cosas, los partidos opositores República, Ata Meken (Patria), Bir Bol (Unidad) y Reforma han anunciado este viernes que proponen a Omurbek Babanov como candidato al cargo de primer ministro y a Tilek Toktogaziev como viceprimer ministro. Este último había sido propuesto inicialmente para jefe del Ejecutivo por un grupo de partidos aglutinados en un consejo de coordinación.

Las cuatro formaciones opositoras han firmado una declaración conjunta titulada 'Última Esperanza', en la que se comprometen a una transición pacífica y a la repetición de las elecciones. Omurbek Babanov, de 50 años, fue jefe del Gobierno kirguís desde diciembre de 2011 a septiembre de 2012.

En declaraciones a la prensa, Toktogaziev ha precisado que una vez el Parlamento apruebe al nuevo primer ministro y viceprimer ministro, para lo cual debería haber varios candidatos, estos no podrán concurrir posteriormente a las nuevas elecciones parlamentarias.

"Esta ha sido una decisión dura para todos nosotros, dado que es una gran responsabilidad encabezar un gobierno interino", ha reconocido el dirigente de Ata Meken. Según ha explicado, tanto Babanov como él han accedido a renunciar a participar en las elecciones "para que haya comicios limpios y traspasar los poderes al siguiente gobierno".

"El Gobierno interino estará formado por personas nuevas e intentaremos sacar al país fuera de esta crisis", ha remachado Toktogaziev, según informa la agencia AKIpress.